El sistema está inventado y consiste en proveerse de la «mercancía» a sabiendas de que no hay dificultad alguna para acceder a ella. Por entendernos, la fórmula vale para tomar rehenes, para incautarse de dinero... en Colombia.

Hablemos, sin embargo, del contexto europeo, o por ser más directos de ese estado que, según manifiesta Nicolas Sarkozy -ese presidente que trata de señor a Marulanda- no admitirá convertirse en «refugio de terroristas».

El goteo de detenciones de refugiados políticos vascos está sirviendo para hacer ver que se cumple con la palabra dada, pero toda sociedad informada tiene derecho a preguntarse algunas cosas. Por ejemplo, si más allá de engrosar las listas que periódicamente aporta el Ministerio de Interior español sobre los «éxitos policiales» y el «alto nivel de colaboración» de las autoridades francesas, esos operativos tienen algún otro valor. Es sintomático, o debería serlo, que a Eneko Galarraga, Ainhoa Adin, Juan Carlos Iriarte y a tantos antes que ellos se les detenga en sus casas, o cuando van a llevar a sus hijos a la ikastola, o cuando vuelven del trabajo. El tribunal de Pau acordó ayer la libertad bajo control judicial de Galarraga sin asumir riesgos..... porque está bajo habitual vigilancia policial. Luego, ¿asistimos a una «pesca milagrosa» y a conveniencia política de ciudadanos vascos?