La Audiencia Nacional española ha condenado a Patxi Xabier Aranburu a 19 años y medio de prisión como autor de la muerte de su compañera, la pasaitarra Begoña Bohoyo. La mujer, de 40 años, falleció el 4 de enero de 2006 a consecuencia de las palizas que Aranburu le propinó durante los tres días que la tuvo retenida en su vivienda de Hendaia, tal y como recoge la sentencia

También queda probado para los jueces que el acusado «durante al menos los días 28, 29 y 30 de diciembre de 2005» impidió salir a su compañera del domicilio, «tiempo durante el cual estuvo golpeándola con patadas, puñetazos y golpes con objeto contundente hasta que finalmente ésta pudo escapar». Bohoyo pidió ayuda a un vecino de la zona, quien la trasladó a la comisaría de la Ertzaintza de Irun, de donde fue conducida posteriormente al Hospital Bidasoa.

Tras su cautiverio, facultativos del centro hospitalario comprobaron que Bohoyo presentaba «policontusiones múltiples generalizadas, hematomas, fractura de tres arcos costales, enfisema subcutáneo, contusión pulmonar con discreto infriltrado, insuficiencia respiratoria y fractura de huesos propios de la nariz». Debido a la gravedad de sus lesiones, fue trasladada al Hospital Donostia, aquejada de un shock séptico y un «fracaso multiorgánico» de pronóstico «muy grave», que le produjo la muerte cinco días después.

Las lesiones, según se recoge en el fallo, no pudieron ser producidas por una caída, tal y como su agresor defendió durante el juicio.

El tribunal se basa para su condena en las declaraciones de varios testigos de referencia, como los ertzainas que trasladaron a la víctima al hospital, sus dos hermanas, que la acompañaron los días que permaneció ingresada, y el médico que la atendió en un primer momento.

Esclarecedores y estremecedores resultaron los testimonios aportados por las hermanas de la víctima. Una de ellas relató durante el juicio lo que la fallecida les había narrado durante los días que estuvo ingresada: «Me decía: `me ha pegado, no sabía ni por dónde me venían los golpes, debía tener una caja de herramientas porque cogía algo y me pegaba y lo rompía todo'».

El tribunal explica que las manifestaciones de los testigos son «coincidentes» con las lesiones que presentaba, por lo que considera suficientemente acreditada la responsabilidad de Patxi Xabier Aranburu, al que impone 19 años y medio de prisión, 14 por «homicidio» y cinco años y medio por «detención ilegal» por un delito de homicidio con la agravante de parentesco y otro de detención ilegal, tal y como pedía la Fiscalía.

La acusación popular, ejercida por la asociación Clara Campoamor, había pedido para el acusado una pena de 18 años de prisión por «el delito de asesinato» y cinco años y seis meses por el «delito de detención ilegal». En opinión de esta asociación, Aranburu debía ser condenado por un «delito de asesinato» al creer que concurrió «con alevosía y premeditación». Además, considera que debía ser condenado por «un delito continuado de malos tratos».

El acusado ya había sido condenado con anterioridad y se le impuso una pena de siete meses de reclusión por maltratar a Bohoyo ocho meses antes de los trágicos hechos.

Además de la pena de prisión, el tribunal prohíbe al imputado acercarse a la localidad de Pasaia donde vive la familia de la fallecida durante los próximosdiez años y le impide comunicarse con su hija durante el mismo tiempo. Además, deberá indemnizar a la pequeña y a su hermano -fruto de una relación anterior de Begoña Bohoyo- con 500.000 euros.