Palestina, sancionada hasta en el fútbol
Manex ALTUNA
Pensaba dedicar esta columna a reconocer el mérito que tienen futbolistas como Koikili y Aitor Ramos, que el pasado domingo jugaron contra el Barcelona en San Mamés cuando hace apenas dos años eran unos desconocidos. Un aviso a navegantes que demuestra que hay muchos jugadores vascos perdidos en divisiones que, si tienen la suerte y la confianza necesaria, pueden dar el salto a Primera.
La comprensible rabia que mostraron Ziganda y Goikoetxea en Sevilla en respuesta a la injusticia que estaba sufriendo su equipo también era otro de los asuntos que tenía en mente. Pero la sanción a un futbolista egipcio por mostrar una camiseta en solidaridad con el pueblo palestino supera con creces la trascendencia del resto de temas.
No se trata de una simple anécdota puesto que es un ejemplo de cómo se intentan acallar las reivindicaciones que no gustan a los poderes políticos y económicos del mundo occidental.
Y es que tras marcar un gol en un partido de la Copa África, Mohamed Abou Treika enseñó una camiseta con el eslogan en inglés y árabe: «Compasión con Gaza». El delantero egipcio se acordó con ese gesto simbólico de la dramática situación que están padeciendo sus vecinos y se solidarizó con el pueblo palestino.
La respuesta de los estamentos futbolísticos ha sido la de sancionarle bajo la acusación de «expresar un mensaje político en el marco de una competición oficial».
Un análisis más profundo daría para largo. Pero lo que evidencia a primera vista es una actitud vergonzosa que deja al descubierto la hipocresía de estos organismos que no tienen ningún reparo en llenarse la boca con palabras como solidaridad organizando partidos contra la pobreza, cuando en realidad lo que hacen es lavarse la cara y ser partícipes de los conflictos que suceden.