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«Mi novela puede tener un regusto a `El nombre de la rosa' pero poco más»

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REYES CALDERÓN

AUTORA DE «LOS CRÍMENES DEL NÚMERO PRIMO»

El monasterio de Leire es uno de los escenarios de «Los crímenes del número primo», la nueva novela de Reyes Calderón, un relato de intriga que vuelven a protagonizar Juan Iturri y Lola MacHor, los personajes que la escritora creó para «Las lágrimas de Hemingway». La obra, publicada en castellano por la editorial RBA, será traducida al italiano y comercializada en este idioma por Longanesi.

Izaskun LABEAGA | ESA

``Los crímenes del número primo'' arranca con la desaparición del abad benedictino de Leire. La juez MacHor y el inspector Iturri aparecen en escena después de que el arzobispo de Iruñea reciba un dedo en el interior de un pequeño ataúd y aparezcan dos cadáveres vestidos con hábitos en una ermita de Mendigorria, rodeados de gran cantidad de dinero y de un antiquísimo relicario. La clave está en un número primo «pero no hace falta saber de matemáticas para leerlo», dice Calderón.

Sitúa parte de la acción en un monasterio benedictino. ¿Le molesta que se busquen paralelismos entre «Los crímenes del número primo» y «El nombre de la rosa», de Umberto Eco?

``El nombre de la rosa'' transcurre toda en una abadía; mi novela sólo se desarrolla en parte en Leyre. Puede haber un regusto pero no mucho más.

Ha rescatado dos personajes de «Las lágrimas de Hemingway», su anterior trabajo. ¿Cómo han evolucionado? ¿Tiene intención de emprender una saga?

Lola McHor, que antes era una profesora universitaria, ahora es juez; el inspector de policía de Pamplona, ahora es inspector de la Interpol. Ha pasado el tiempo, han madurado y han cambiado sus circunstancias. Son personas normales, como nosotros, una mezcla de fortaleza y debilidad; quizá más reales que los de la novela negra tradicional. Sí que me gustaría seguir con estos personajes, que han enganchado muy bien con el público y a los que yo tengo mucho aprecio.

Ha explicado que halló dificultades para acceder al monasterio. ¿Cómo se las ha ingeniado para describir este escenario?

Es un monasterio masculino y no dejan entrar a mujeres en la clausura; es su casa y pueden hacer lo que les parezca oportuno. De todas formas, me han dado fotos; simplemente no me han permitido entrar físicamente a algunos sitios. De todas formas, hay otros dos escenarios, que son Pamplona y Marbella.

Alrededor de la trama religiosa, aparecen temas de actualidad.

Sí, aparecen la pederastia o la violencia doméstica. Estamos en un juzgado y allí salen diversos temas mientras se instruyen estos asesinatos.

¿Es éste un género masculino?

En otros países hay muchas mujeres que escriben novela negra pero aquí no ha sido tradicional; es algo a cambiar.

Dedicó su anterior publicación a Hemingway. ¿Rinde ésta algún homenaje?

Es un agradecimiento a Navarra, que me ha acogido siempre muy bien, mostrando una de sus joyas: la abadía de Leyre.

 
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