Los amigos y compañeros de Endika Iztueta en Cabo Verde dieron ayer un sentido adiós al deportado vasco, fallecido el pasado jueves en el hospital de Praia. El acto se celebró precisamente en este centro sanitario, donde el represaliado trabajaba desde hacía años.

El santurtziarra, tal y como relató su abogado Joseba Agudo a GARA desde la misma capital caboverdiana, «era un hombre muy querido y conocido» en el país africano. Así se vio en el transcurso del homenaje organizado por el propio Hospital, al que asistieron más de un centenar de personas.

El cuerpo sin vida de Iztueta fue cargado desde la Casa Mortuoria, lugar donde se encontraba desde el día que falleció, hasta el lugar del acto por sus com- pañeros de trabajo y por Félix Manzanos, Emilio Martínez, Tomás Linaza y Antton Olaizola, todos ellos deportados políticos vascos que residen en aquel país. Una vez en el centro médico, el féretro fue cubierto por dos banderas de gran significado para Iztueta: la bandera de Cabo Verde y la ikurriña. A los pies del féretro y arropando a la familia en todo momento estaba el director del Hospital de Praia.

Agudo explicó que esta semana de luto ha sido «muy dura» para los allegados más cercanos, que todos los días están recibiendo visitas en casa en las que les hacen llegar muestras de condolencias y cariño. «Han sido cientos los caboverdianos que han arropado en estos momentos a la familia», indicó. Destacó la visita de los cargos públicos y dirigentes de sanidad del país, entre ellos la del propio ministro de Salud.

A su tierra 22 años despúes

El de Praia no será el último adiós que reciba el vecino de Santurtzi. Después de pasar 22 años sin pisar su tierra tras ser deportado por el Estado francés en 1985, su cuerpo llegará en las próximas horas a Euskal Herria. Aunque en un principio estaba previsto que su cadáver arribase a última hora de hoy, problemas burócraticos han retrasado su llegada hasta mañana. El avión que traslada sus restos aterrizará sobre las 8.00 a Loiu. El movimiento pro amnistía ha hecho un llamamiento a toda la ciudadanía a acudir a esa hora al aeropuerto vizcaino para arropar a los familiares de Iztueta.

Asimismo, este sábado está previsto que en su localidad natal, Santurtzi, se lleve a cabo un acto en su memoria.

La autopsia reveló que el deportado vasco falleció como consecuencia de las heridas sufridas tras ser víctima de un atraco por parte de delincuentes comunes, aunque la investigación siguen abierta para esclarecer los hechos.

Endika Iztueta fue deportado a Cabo Verde en 1985 después de ser apresado por la Policía francesa en Ipar Euskal Herria, donde vivía refugiado. Una vez en el archipiélago africano, el santurtziarra cursó estudios de Enfermería, conocimientos que durante años puso al servicio del país de acogida trabajando en el Hospital de Praia.

Amigos y allegados de Iztueta comparecieron el sábado ante los medios de comunicación para denunciar esta muerte que situaron como consecuencia de de «la caza de brujas» iniciada en la década de los 80 por parte del Estado francés, alentado por el español, contra el colectivo de refugiados políticos. Remarcaron que la deportación «fue un castigo que no se encuentra escrito en ningún documento oficial» pero que, aún así, fue aplicada a decenas de ciudadanos vascos «que eran enviados a miles de kilómetros de sus pueblos: a Cuba, a Venezuela, a Cabo Verde..., sin papeles, sin trabajo, sin derechos».