BBK, que cuenta con un 7,2% del capital de Iberdrola y un representante en el consejo de administración, mostró ayer su rechazo a una posible operación de compra de la eléctrica por parte de una alianza entre la constructora española ACS, el principal accionista, y de la compañía pública francesa EDF, que suponga «trocear» la compañía y que sea «controlada por una empresa extranjera».

La entidad financiera afirmó, en un comunicado, que «Iberdrola continúa siendo una inversión estratégica para BBK, que impulsará y apoyará cualquier operación de la compañía o de sus accionistas que contribuyan a una mayor estabilidad accionarial para crecer y hacer frente a sus retos de futuro, así como a crear valor para el accionista y mantener su compromiso con el entorno económico y social que comparte con BBK». Así, dio la bienvenida a cualquier accionista que comparta estos criterios.

Respecto a las informaciones sobre la posible operación de ACS, que controla un 12% de la compañía, «BBK considera que el troceo de Iberdrola o su control por una empresa pública extranjera no responden a esa visión».

Explicó que Iberdrola es la cuarta eléctrica del mundo por capitalización y la primera en energías renovables.

La oposición al troceo de Iberdrola había sido expresada también por el presidente de la eléctrica, Ignacio Sánchez Galán, ACS dijo no haber alcanzado un acuerdo con EDF pero no negó que esté preparando una OPA.