SEIS NACIONES
Procesos de renovación sin un claro favorito
Fernando CASTÁN | MADRID
El Seis Naciones, que comienza esta tarde en Dublín, se presenta con muchos cambios, sobre todo en los banquillos, y sin un favorito claro. La anfitriona del pasado Mundial, Francia, estrena seleccionador. Marc Lièvremont prescindirá de jugadores que han marcado la última época: Ibañez, Betsen, Chabal, Marconnet, Milloud, Michalak, De Villiers, Yachvili o Beauxis.
El XV del Gallo, ganador de las dos últimas ediciones, disputará sus encuentros contra sus principales rivales, Inglaterra e Irlanda, en París, además del de Italia -a priori el más fácil-, y viajará a Edimburgo y Cardiff.
Inglaterra es sinónimo de irregularidad, pero hay que contar con ella porque sorprendió en el Mundial -fue subcampeona contra todo pronóstico-, porque Jonny Wilkinson jugará y porque es extraordinariamente competitiva. La base es la misma que en Francia 2007, pero en la convocatoria aparecen nuevos jugadores como Daniel Cipriani -apertura de los Wasps de Londres- o el ala de Gloucester Lesley Vainikolo, originario de Tonga.
Irlanda mantiene la estructura del Mundial. Este Seis Naciones será el penúltimo tren para la generación de O'Gara, O'Driscoll y Stringer. Los del trébol fueron segundos en 2006 y 2007.
El resto, a evitar la cuchara
Escocia y País de Gales son dos selecciones venidas a menos. En el banquillo de los galeses debutará Warren Gatland, que alineará en el quince inicial a trece jugadores del club Ospreys.
Escocia no tiene nada que perder, porque el año pasado sufrió una derrota histórica en Edimburgo ante Italia -primera victoria transalpina fuera de su país-, y se llevó, como última clasificada, la cuchara de madera.
Italia será la gran rival de Gales y Escocia para evitar el último puesto. Su principal novedad estará en el banquillo, en el que se estrenará Nick Mallet, nacido en Inglaterra y que en los noventa fue seleccionador de Sudáfrica, donde tiene una amplia carrera.