La Ertzaintza difundió ayer en su página web algunas imágenes del bidón de cerveza y de la sustancia explosiva hallada en su interior en un camino rural del barrio getxotarra de Andra Mari. No hubo, en cambio, nuevas informaciones del Departamento de Interior sobre el desarrollo de la investigación.

Las explicaciones quedaron a cargo del director general de la Policía española y la Guardia Civil, Joan Mesquida, que afirmó desde Madrid que los 30 kilogramos de explosivo correspondían a una entrega de material según los indicios de los investigadores. Esta hipótesis ya fue expuesta como la más fundamentada en la nota hecha pública por la Ertzaintza a media tarde del jueves.

En declaraciones durante una visita a las dependencias de la Jefatura Superior de la Policía española en Madrid, Mesquida señaló que «no parece que fuera una acción inminente».

Pese a que algunos medios elucubraron incluso sobre cuáles podrían ser las intenciones futuras, Mesquida consideró que «todavía no estaba fijado cuál era el objetivo, adónde se dirigía esta carga y dónde iba a ser utilizada». Matizó, eso sí, que «esto no supone nada y las Fuerzas de Seguridad están en permanente estado de alerta. Sabemos que ETA, como ha hecho prácticamente siempre, va a intentar estar presente en la precampaña o campaña electoral, y por eso tenemos activados todos los mecanismos de prevención».

El artefacto tenía detonador, pero no mecanismo de iniciación, por lo que no podía explotar, según se confirmó oficilamente. Apareció además en un camino rural en el que no hay viviendas ni apenas tránsito de vehículos. La Ertzaintza lo tiene en sus dependencias y ha buscado huellas en la zona. Fue un vecino quien lo halló y avisó inicialmente a la Policía Local.