El estadio de Anoeta vivirá hoy un derbi histórico con el enfrentamiento en Liga de los dos primeros clubes guipuzcoanos de fútbol, en el que tanto la Real como el Eibar intentarán volver a la senda del triunfo. Tras el mal partido de los blanquiazules en Castellón y las dos derrotas seguidas de los azulgranas en casa -Sporting y Racing de Ferrol-, a los dos les puede venir bien un partido de rivalidad para retomar la dinámica positiva.

Joserra Eizmendi parece decidido a volver a pulsar la misma tecla que apretó Coleman antes del derbi de su despedida ante el Alavés. No convocó -como el galés con Fran Mérida-, a los dos fichajes -Nacho y Víctor- que apenas se han entrenado dos días con sus compañeros, y es de esperar que presente un once muy similar al que tan bien jugó contra los albiazules.

Tras la ausencia de Carlos Martínez en la convocatoria al entender Eizmendi que no está completamente recuperado de sus problemas y la previsible suplencia de Garitano en beneficio de Martí, éstos serán los dos únicos cambios que se esperan con respecto a aquel partido, pues se da por hecho que el técnico volverá a jugar con dos delanteros y que Mérida esperará su opción en el banquillo.

Es casi el mismo once, pero son cambios importantes porque justo faltan el líder del proyecto como era Coleman, el líder en el campo como es Garitano y el jugador que con su raza, a pesar de su juventud, es capaz de espolear a sus compañeros. Y es que en aquel partido la Real jugó con mucho carácter, intensidad y agresividad, y en un derbi eso es fundamental. Más cuando se juega contra un Eibar en el que se puede dar por seguro que utilizará esas armas.

Más cambios introducirá Javier Mandiola, a tenor de los ensayos realizados a lo largo de la semana y según confesó ayer el propio técnico armero. Hasta cinco jugadores -Txiki, Carmelo, Lombraña, Del Olmo y Goiria- podrían regresar al once.

Un partido de ritmo

Lo que parece probable es que el partido tendrá un gran ritmo. La Real intentará ponerlo, como hizo ante el Alavés, para volver a la mejor versión dada por el equipo. Por su parte, el aliento del millar de aficionados desplazados desde Eibar en trenes especiales, autobuses y coches para ver un partido histórico ayudará a los azulgranas a estar a la altura de la Real a la hora de correr y jugar con la agresividad e intensidad exigida.

El partido puede ser clave para que Eizmendi no tenga que verse en la tesitura de hacer cambios tras un mal resultado -lo mejor que le puede pasar es conducir un tren que ya está en marcha-, o para que en Eibar no comiencen los nervios tras tres derrotas consecutivas.

La tarde tendrá alicientes con el ambiente en la grada y la garra que se prevé sobre el terreno. Además hay más circunstancias, como el saque de honor que realizará Cristina Garmendia tras recibir el Tambor de Oro de Donostia, la intervención en el descanso de dos de las cantantes de Operación Triunfo y la presencia de José Luis Astiazaran, acompañado de dos directivos de la Liga de Fútbol Profesional que preside, en un palco al que no había vuelto desde el final de su etapa como presidente de la Real Sociedad.