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BTT Viscarret-Conor

Patxi Cía comienza hoy su sueño de ser profesional

Afronta como «un reto» el 2008. «Es un premio y voy a darlo todo», adelanta

Unai IRARAGORRI | BILBO

Había anunciado que el 9 de diciembre, en Lizarra, era su última carrera. Su sueño de ser profesional era una quimera y Patxi Cía dijo basta. Tanto sufrimiento no había tenido recompensa. Pero su vida cambió en unos días. Una llamada le abrió las puertas de ser profesional y dedicarse exclusivamente al BTT. El navarro se tenía que frotar los ojos para creérselo. La constructora Viscarret y la fábrica de bicicletas Conor formaban una estructura personal a su alrededor. «Es un reto y una prueba», revela.

El salto es importante, porque cambia el Open de Euskadi por la Copa de España y las puntuables europeas de la Copa del Mundo. «Si no valgo volveré a la fábrica», asegura. Su objetivo es «luchar por el top-ten».

Se puede decir que empieza de cero tras dominar los últimos años el BTT vasco hasta sobrepasar las cien victorias. Ahora sube un peldaño y se medirá a los mejores bikers del Estado español. Cía, de 28 años, nos atiende desde Benidorm, donde ha estado concentrado cinco días antes de iniciar la temporada hoy en Madrid.

El navarro ha estado «encantado» en Benidorm, con temperaturas en torno a los 20 grados. «He entrenado de corto», dice, y nos da envidia. Ha dado «pedales a tope» junto al andaluz Mantecón. «El miércoles, por ejemplo nos juntamos con Bingen, el del Cofidis, y nos dimos una zurra de 140 kilómetros y subimos dos puertos. Terminé tieso», relata.

Salto a la Copa del Mundo

Va a mil por hora. No quiere desperdiciar ni un segundo de la oportunidad que se le ha presentado. El navarro centrará su calendario en esas competiciones, la Copa Catalana, el Superprestigio Massi y el Open de España completo. Incluso, avanza, disputará las Copas del Mundo que se celebren en Europa: Houffalize (Bélgica), Offenburg (Alemania), Madrid, Vallnord y quizá Fort William (Escocia). El próximo día 10 competirá en el Open de Madrid y el 17 la Copa Catalana en Banyoles.

Sabe que el salto de competir en el Open de Euskadi a las Copas de España es muy grande. «Es una prueba y un reto. Sí que tengo miedo, pero para mí es un premio y voy darlo todo».

Es optimista porque hasta ahora su rendimiento había estado condicionado porque tenía que conciliar su pasión con la realidad, su trabajo en un almacén durante ocho horas. «Si sale mal, volveré a trabajar, no se me van a caer los anillos. Debería mejorar, ahora descanso más y entreno mejor».

Su objetivo principal es, al margen de disfrutar, buscar su sitio. «Entre abril y junio ya sabré dónde estoy». Su ilusión es estar entre los diez primeros. «Sería ideal estar entre los cinco primeros, pero va a ser difícil».

«Tres o cuatro peldaños» más allá está la Copa del Mundo. «Son parrillas de 200 corredores; es sálvese quien pueda y el que menos pedales dé se queda atrás. Quiero disputarlas a tope y demostrar al seleccionador que puedo estar delante». Las plazas de los Juegos Olímpicos de Beijing están ya designadas, pero Cía sueña con una plaza en el Europeo o el Mundial. «Sería un broche ideal a mi carrera, a quién no le gustaría ir». Asume, en cualquier caso, que la competencia es altísima. «Hermida es intocable, y luego están Lejarreta, Coloma, Ruzafa, Mantecón, Álvarez, Gispert...».

«No podía dejar pasar esta oportunidad»

«No tenía nada», repite, «pero unos días después de la carrera de Lizarra me llamaron Iñigo Leache y Luis Otín, directores del Azysa amateur. Me adelantaron el interés de Viscarret y el acuerdo llegó rápido, y después Conor se mojó». La llamada de Otín la recibió trabajando. «Casi se me cae el teléfono», bromea. «Después de siete años podía cumplir mi sueño de vivir de la bici». Sus primeras llamadas fueron a su novia y a su hermana, «mi fan número uno. Mi padre se alegró mucho, igual que mi madre, aunque me preguntó si valía la pena tanto sufrimiento, pero no podía dejar pasar esta oportunidad».

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