Ayer hace 20 años, el 5 de febrero de 1988, se aprobó en el Parlamento de Gasteiz la ley de creación del Instituto Vasco de la Mujer, al que posteriormente se le denominaría Emakunde.

Según rezaba la citada ley, el fin esencial del instituto debía ser la «consecución de la igualdad efectiva de mujeres y hombres en todos los ámbitos de la vida política, económica, cultural y social». Veinte años más tarde, esa igualdad a la que se aludía sigue siendo un propósito aún sin alcanzar, si bien es cierto que durante esta dos décadas se ha avanzado, y mucho.

En ese progreso, junto con numerosas organizaciones feministas, colectivos de mujeres, sindicatos y partidos, ha colaborado Emakunde.

En un acto que tuvo lugar ayer tarde en Lehendakaritza, se celebró el vigésimo aniversario de este instituto, y qué mejor para ello que hacer un repaso a toda su andadura. En la gala participaron, entre otras personalidades, la primera directora de Emakunde, Txaro Arteaga -ocupó el cargo durante 16 años-, la actual directora, Izaskun Moyua, y los lehendakaris José Antonio ardanza y Juan José Ibarretxe.

Fue este último quien afirmó que «el camino de la igualdad, iniciado hace veinte años por Emakunde, no tiene retorno», aunque recordó que lo que queda por hacer «es inmenso».

En ese recorrido, opinó Ibarretxe, es imprescindible «la implicación directa de los hombres». Por ello, pidió a éstos «un compromiso diferente» en materia de igualdad, al tiempo que emplazó a la ciudadanía a trabajar para desarrollar este proyecto. Hizo especial hincapié en la violencia contra las mujeres y advirtió que «no lo evitaremos nunca mientras sigamos tratando de manera desigual a las personas por haber nacido hombres o mujeres».

La actual directora de Emakunde, Izaskun Moyua, tomó la palabra para recordar el trabajo y el esfuerzo realizado por la institución «para tejer redes sociales entre colectivos, instituciones y en el ámbito privado», y opinó que como el «xirimiri» el mensaje de Emakunde «ha calado en la sociedad».

Durante el acto, en el que participaron alrededor de 200 personas, los responsables de la institución hicieron un recorrido por sus momentos más trascententales.

Si bien la ley de creación de la institución se aprobó en febrero de 1988, no fue hasta el 22 de mayo de 1989 cuando se celebró el primer Consejo de Dirección de Emakunde, en el que se dio luz verde al modelo de gestión, así como a los programas a desarrollar e impulsar. Un mes más tarde se llevó a cabo la primera comparecencia parlamentaria de esta institución y lo hizo ante la Comisión de Derechos Humanos de Gasteiz.

Cuatro planes de acción

Pero, sin duda, una de las fechas clave en la trayectoria de Emakunde fue la del 7 de mayo de 1991, día en el que se aprobó por el Consejo de Gobierno de Lakua el Primer Plan de Acción Positiva elaborado por el instituto presidido por Txaro Arteaga, cuyo «objetivo era involucrar a la Administración en la tarea de erradicar la discriminación hacia las mujeres».

Desde entonces Emakunde ha aprobado otros tres planes. El cuarto, aprobado en 2006, «se estructura sobre cuatro ejes estratégicos y siete áreas de inter-vención, y propone a las administraciones públicas más de 600 acciones concretas para llevar a cabo».

Pero si algo destacan en la trayectoria de Emakunde es el impulso a la Ley para la Igualdad de Mujeres y Hombres, aprobada en un primer momento por el Gobierno y posteriormente por el Parlamento de Gasteiz. Aún son muchos los aspectos que quedan por desarrollar, pero lo cierto es que desde el instituto subrayan que el mismo año de su aprobación comenzó a dar sus frutos: «Reflejo de la misma es el porcentaje de parlamentarias que tras las elecciones de ese año alcanza el 52%. Por primera vez en la historia de nuestras instituciones la representación de mujeres y hombres es equilibrada». Es el de la representación uno de los ámbitos en el que más se ha avanzado: en 1988 eran nueve las mujeres que participaban en la Cámara, y 66 los hombres; hoy, son 40 las parlamentarias y 37 los parlamentarios.

Pero todavía hoy hay numerosos ámbitos en los que la igualdad sigue siendo más un objetivo que una realidad, como el laboral o el de algunos eventos festivos. Los alardes que se celebran cada año en Irun y Hondarribia son un ejemplo. En estos dos municipios guipuzcoanos la citada ley no ha garantizado la realización de un festejo público e igualitario hasta el momento.

El instituto que estos días celebra su vigésimo aniversario también ha trabajado en su labor de sensibilización y divulgación. En este contexto, en 1992 se creó la figura de Sorkunde, «la curranta de Emakunde», y además «se puso en marcha una campaña en torno a la corresponsabilidad que derivó en spots televisivos sobre el uso sexista del lenguaje, el ocio, el sexismo en la escuela y los prejuicios en los distintos ámbitos de la vida». Para responder a la necesidad de sensibilización, se impulsó el Congreso Internacional SARE que se viene celebrando desde 2003 y que cada año aborda en profundidad un tema relacionado con la igualdad.

Entre los retos de futuro, Emakunde se plantea seguir trabajando en pro de la igualdad para que lo que un día era una utopía pronto sea una realidad.