Judas Priest y Kiss harán vibrar Bilbo en junio, en un nuevo festival heavy
Las históricas bandas Judas Priest y Kiss llegarán a Bilbo en junio como platos fuertes del nuevo festival heavy Kobetasonik, que se celebrará los días 20 y 21 de ese mes, sólo quince días antes del esperado BBK Live Festival. La cita será en Kobetamendi, donde se espera a una docena de grupos con el mismo corte clásico, en su mayoría internacionales, que tocarán simultáneamente en dos escenarios. Toda una aventura para los miles de aficionados a este estilo.
Marta MORALES | BILBO
Las veteranas formaciones Judas Priest y Kiss llegarán a Bilbo este verano para participar en Kobetasonik, el nuevo festival de la capital vizcaina que se celebrará los días 20 y 21 de junio, en el mismo recinto que quince días después acogerá el esperado BBK Live Festival: Kobetamendi.
El cartel aún no está cerrado aunque, según adelantaron los impulsores de esta iniciativa, éste se completará con la actuación de siete y ocho bandas más por día, la mayoría grupos heavys internacionales nacidos en las décadas de los 70 y los 80. «Buscamos un público claramente diferenciado, muy fiel, al que presentamos bandas de referencia que esperamos también atraerán a los rockeros», señalaron.
La infraestructura, que correrá a cargo del Ayuntamiento bilbaino, será la misma que la que anualmente se utiliza para el BBK Live Festival: dos escenarios en los que los grupos tocarán simultáneamente, una zona de acampada, autobuses gratuitos para llegar hasta el recinto desde Bilbo (Termibus), zona de aparcamiento... en total, un presupuesto previsto de unos dos millones de euros. «Nuestra intención es mantener la estructura ya montada, con las necesarias medidas de seguridad, durante los quince días que hay entre un festival y otro, aunque el camino sí estará abierto al tráfico», aseguraron los responsables del evento.
Entradas a 100 euros
En principio, Kobetasonik no nace con «principio de continuidad» sino como respuesta «a la demanda surgida tras el pasado BBK Live Festival, de corte más rockero. Hemos recibido muchos e-mails pidiendo algo en esa línea para este año y nos parece que esta iniciativa complementa a la otra», aclararon los organizadores.
Las entradas saldrán a la venta el próximo lunes día 18 y los vizcainos podrán adquirirlas en cajeros BBK. El resto deberá hacerlo en la página web www.ticktackticket.com. El precio del bono para ambas jornadas es de cien euros, siempre que éste se adquiera antes del 10 de marzo. «Seguimos buscando proyectar Bilbo al exterior y este nuevo evento musical va en esa dirección», subrayaron los responsables del festival que, según indicaron, esperan reunir en torno a las 20.000 o 25.000 personas por día.
Los británicos Judas Priest, una de las formaciones pioneras del heavy metal, ya nos han visitado en otras ocasiones. Ahora regresan con su primer álbum conceptual, dedicado al visionario Nostradamus, que presentarán en Bilbo junto a muchos de sus clásicos.
Nacidos en 1969, están considerados los primeros en utilizar el cuero y los accesorios de metal característicos de este estilo musical. Cabe destacar que han tenido una influencia fundamental en el heavy metal vasco y, de hecho, Su ta Gar se inspiró en su música durante sus comienzos.
Por su parte, Kiss, surgido en 1973 en Nueva York, está considerado el grupo más influyente del glam rock. Llega por primera vez a Euskal Herria precedida por sonoras imágenes de actuaciones con cierta vertiente circense y autoparódica del rock, en las que sus componentes se maquillan como personajes de terror o de cómic.
La orografía de Bilbo no permite demasiadas soluciones para albergar eventos populares de la magnitud del Bilbao Live Festival. De hecho, Kobetamendi es la única solución posible para ubicar un macro festival dentro de la ciudad. El lugar permite, además, la acampada y, de paso, respirar aire en apariencia más puro que el del centro de la villa. Con todo, y reconociendo que tanto el Bilbao Live Festival como Kobetasonik son atractivos y están organizados de manera ejemplar (por la misma empresa), en el aspecto de restauración del parque las cosas pueden mejorar. El año pasado se realizaron abundantes obras de acondicionamiento. Sin embargo, tras la realización del festival, se dejaron amplias zonas de habitual esparcimiento sin recuperar. Hoy existen muchas más piedras -miles- que antes, además de, agujeros, durezas... Mejoras de sencilla ejecución que cuesta entender por qué no se llevan a cabo. Si Kobetamendi y sus usuarios ceden parte de los mejores días del verano al rock, no cabe que éste no les devuelva el tiempo prestado, dejando, al menos, las cosas como estaban.