José Joaquín Rojas se adjudicó la tercera etapa de la Challenge de Mallorca -168,4 kilómetros entre Pollensa y el Puerto de Alcudia-. El corredor de Caisse d'Epargne fue el más rápido en una jornada que se resolvió al sprint, aunque los numerosos movimientos a lo largo del recorrido hicieran pensar en otro desenlace. Philippe Gilbert (Française des Jeux) cruzó la línea de meta en tercer lugar, lo que le permite recuperar el liderato.

Entre los nuestros, más de un nombre propio. Sobre todo Aitor Pérez Arrieta (Extremadura), que llegó en quinta posición, lo que le permite pisar el podio, en el mismo tiempo que el líder, y también Euskaltel-Euskadi, que metió a Iñigo Landaluze en una de las escapadas de la jornada, y tiene a tres corredores (Zubeldia, Bru y Albizuri) entre los seis primeros de la general, a apenas seis segundos de Gilbert.

Pese a que las dificultades del día, los altos de Soller y Puigmajor, esperaban en la parte final, la jornada comenzó nerviosa. El pelotón, de hecho, se partía en dos apenas completados los veinte primeros kilómetros, merced al fuerte ritmo, combinado con el viento.

El pelotón no tardó en reagruparse, pero casi de inmediato saltó un grupo de corredores entre los que se encontraba Gilbert, que coronó Soller en primer lugar. Con kilómetros por delante, el belga prefirió contemporizar, lo que dio lugar a un nuevo reagrupamiento y al enésimo salto de la jornada; en este caso coincidiendo con las primeras rampas del Puigmajor y con Iñigo Landaluze entre los fugados.

El cuarteto llegó a superar el minuto de ventaja, pero la historia de los kilómetros precedentes se repitió, como sucedería también con los saltos posteriores, lo que provocó que la etapa se decidiese al esprint.

Hoy se disputa la cuarta etapa, de 162,4 kilómetros con salida y llegada en la localidad de Inca, y con ascensos a los altos de Sa Batalla en dos ocasiones, Puig Major y Costa, todos ellos de segunda categoría.