Los dos jóvenes fueron arrestados por agentes franceses en el interior de un vehículo y trasladados a la comisaría de Baiona, a la espera de que se les notifique la euroorden en su contra «por pertenencia a banda armada», que en principio será hoy en el Tribunal de Apelación de Pau. La orden fue dictada en octubre pasado por el juez de la Audiencia Nacional Ismael Moreno.

En la localidad gaditana de Jérez de la Frontera, el ministro español de Interior, Alfredo Pérez Rubalcaba, les acusó de ser «huidos» de la operación que la Guardia Civil desarrolló en marzo de 2007.

Askatasuna informó de que Garikoitz y Eneko Pascual, de 38 y 27 años de edad, son primos y originarios de Hernani, aunque residen en la capital labortana.

El arresto de estos ciudadanos se produce dos semanas después de que Ainhoa Adin y Eneko Galarraga, calificados desde distintos medios como «los etarras más buscados», fueran puestos en libertad con escasa repercusión mediática, al contrario que sucedió cuando la Policía francesa los detuvo en Hendaia y Urruña, respectivamente.

«La Policía francesa detiene en Hendaya a Ainhoa Adin, una de las más buscadas en España», se podía leer en base a informaciones del Gobierno español. Se afirmó que Adin estaba «huida» desde marzo de 2001, además de presentar como prueba que era la «pareja del etarra Irastorza Dorronsoro, que formaba parte de un comando creado en 1994», cosa que no es cierta.

Algo similar ocurrió con el caso de Galarraga: «Detenido en Francia el presunto etarra Eneko Galarraga, uno de los más buscados», se podía leer también en enero. En el interior de la noticia, se aseguraba sin dudas que este vecino de Villabona «se dedicaba a la captación de ETA».

Las informaciones se basaron en fuentes del Ministerio español de Interior o directamente policiales. Sin embargo, Adin y Galarraga vivían con total normalidad en Hendaia y Urruña, respectivamente. Y en ese periodo de supuesta «huida» han llegado a formar familia. Adin, por ejemplo, tiene tres hijos.

Ella fue puesta en libertad el 30 de enero, después de que la Policía francesa la capturara un día antes en su domicilio de Hendaia. Por lo que respecta a Eneko Galarraga, el Tribunal de Apelación de Pau dictó el 29 de enero su puesta en libertad. Había sido detenido en su domicilio. La liberación apenas fue noticia.

Mayor fue todavía el silencio extendido sobre Iñigo Makazaga. Por contra, su arresto en Inglaterra, en 2001, fue muy sonoro. Desde la Audiencia Nacional se le acusó «de colaboración con banda terrorista», «tenencia de explosivos» y «asesinato terrorista en grado de tentativa».

Makazaga quedó el 30 de enero en libertad tras sobrellevar más de seis años en prisión, cinco de ellos en cárceles de Inglaterra. La Fiscalía de la Audiencia Nacional española solicitaba para el gasteiztarra una condena de diez años de cárcel, además de una sanción monetaria de 300.000 euros como indemnización y diez años más fuera de su localidad natal.