NBA
Los Rockets dan emoción al salvaje Oeste con doce victorias seguidas
La franquicia tejana culmina una impresionante racha derrotando a los Bulls por 13 puntos y colocándose a tres victorias de la cabeza
Izkander FERNÁNDEZ | BILBO
En Houston vuelven a creérselo. Después de la enorme bofetada que supuso caer eliminados el año pasado en el séptimo partido de la primera ronda de los play off ante Utah Jazz, los Rockets comenzaron la temporada con ansias de superación. Pero tras varias lesiones de Tracy McGrady, la falta de cohesión del equipo parecía condenarlo a vagar lejano a uno de los primeros ocho puestos que en el futuro darán derecho a disputar las eliminatorias por el título.
Los Rockets tenían la plantilla más competitiva de los últimos años, con Steve Francis, Bonzi Wells y Dikembe Mutombo aportando minutos de calidad desde el banquillo y apuntillando el clásico quinteto de la temporada: Rafer Alston, Tracy McGrady, Shane Battier, Luis Scola y Yao Ming. Además, con la llegada de Rick Adelman al banquillo, el juego ofensivo parecía la única línea posible para el discurso de los tejanos. Pero ni Francis ni Wells aportaban demasiado y los continuos problemas físicos de McGrady dejaban demasiado sólo a Yao Ming. Y en esas circunstancias, los Rockets estaban perdidos.
La vuelta de McGrady
Pero a nada que McGrady ha cogido el tono físico, el equipo ha comenzado a ganar. Primero, con pasitos cortos pero certeros. Jugando partidos importantes contra rivales de entidad y demostrando en todos ellos que los Rockets estaban de vuelta para lo mejor.
El segundo capítulo de la mejoría se traduce ya en una impresionante racha de doce victorias, mereciendo especial mención la obtenida a domicilio hace escasas jornadas ante el líder de la Conferencia Oeste, New Orleans Hornets. Houston se llevó el partido por un contundente 100-80 con una estelar actuación de sus dos máximas estrellas: McGrady anotó 36 puntos y repartió 6 asistencias, mientras que Yao logró 28 puntos y capturó 14 rebotes.
El récord de Houston en lo que va de 2008 es de 21 victorias y 4 derrotas, lo que convierte a la franquicia de Texas en la mejor de la NBA en los últimos dos meses. Aunque bien es cierto que el calendario de los Rockets no ha sido demasiado duro, han sido capaces de derrotar a los Spurs, a los Cavaliers por dos veces y a los Hornets.
En la actualidad los Rockets ocupan plaza de play offs en el Oeste pero todavía son séptimos. La clave de estos Rockets está en su nueva identidad. Parece que la franquicia por fin ha sabido rodear a sus dos estrellas de un buen plantel de secundarios dispuestos a asumir su rol, a trabajar y a tomar responsabilidades cuando haga falta.
Curiosamente Bonzi Wells, que llegó a Houston con cartel de secundario de lujo, ha hecho las maletas recientemente con dirección a Nueva Orleáns en un intercambio en el que los Rockets apenas han sacado nada. La situación de Steve Francis tampoco es mucho mejor, ya que el ex número 1 del draft y ex rookie del año, no parece contar para Rick Adelman.
Con el KO técnico de esas dos estrellas venidas a menos, la responsabilidad recae, bien repartida, en las espaldas de jugadores experimentados como Battier o Alston, en el talento de Scola y en un banquillo joven e inexperto pero lo suficientemente competente. Y ha sido en ese punto cuando el equipo ha jugado mejor, a otro nivel, totalmente ajeno a la presión que lo ha condicionado en otras ocasiones. Porque en Houston saben que llegado el momento, que no será otro que los play off. McGrady y Yao tendrán que ser los que, de una vez, afronten la mayoría de edad como estrellas de la NBA. Al menos, si no quieren pasar a la historia como otros grandes jugares que se quedaron sin anillo.
Los Rockets se encuentran en puestos de play-off, pero todavía son séptimos, buena muestra del durísimo nivel que hay en su Conferencia. Parece que hará falta el 60% de victorias para optar a play offs, por el 43% del Este.
Un estudio de la Asociación de jugadores de la NBA dice que el 60% de los jugadores retirados de la NBA acaba en bancarrota dos años después de retirarse. El sueldo medio de la NBA ronda los 6 millones de euros por temporada. Sin ir más lejos, Scottie Pippen, uno de los grandes en los años 90 que comandó a los imparables Bulls junto al mítico Michael Jordan, se encuentra disputando estos días la liga finlandesa. Se estima que Pippen ganó 120 millones de dólares a lo largo de su carrera. Y Latrell Sprewell, que en 2004 no quiso firmar un contrato por 21 millones de dólares, ha vendido su casa de Milwaukee para poder pagar sus deudas. El problema parece cultural: la imposibilidad de negarles ayuda económica a sus vecinos del barrio negro parece la razón de peso, pero el despilfarro también existe. Charles Barkley declaró que, tras ser elegido en el draft por Philadephia, se compró seis coches. «Moses Malone y Julius Erving me cogieron en el vestuario y me dijeron que vendiese cinco. Devolví dos Mercedes, dos BMW y uno de los Porche», afirma Barkley.
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