Doce ciudadanos recibieron la pasada semana citaciones para declarar ayer en el Juzgado de Balmaseda, bajo la acusación de usurpación en relación con la ocupación hace dos meses de una casa en Zalla. Las personas citadas negaron la acusación y sostuvieron que la ocupación fue totalmente pacífica.

Fuentes de la Gazte Asanblada de Zalla, algunos de cuyos integrantes tuvieron que declarar, informaron que varios de los doce citados «no son vecinos de Zalla» y añadieron que la edad de las personas que tuvieron que acudir al Juzgado se sitúa entre los 17 y 50 años. Esto, unido al hecho de que la ocupación fuera «totalmente pacífica» y a que «muchos de los ahora citados no fueran siquiera identificados», lleva a la Gazte Asanblada de Zalla a valorar que lo que está ocurriendo con este asunto «es un montaje policial».

Precisamente por este motivo «y porque ha quedado al descubierto el afán por silenciar y criminalizar, por parte de las instituciones, las voces críticas y rebeldes», la propia Gazte Asanblada convocó sendas concentraciones ante el Juzgado mientras tuvo lugar la toma de decla- raciones y a última hora de la tarde, en la plaza, al objeto de mostrar «la defensa del gaztetxe y de denunciar este nuevo montaje policial».

Contacto con los propietarios

En relación a la ocupación de este inmueble, la propia Gazte Asanblada sostiene, además, que ha mantenido el contacto con los propietarios del mismo, toda vez que antes de entrar e iniciar los trabajos de mejora en la casa hablaron con los mismos, «siempre al objeto de crear en el pueblo un local autogestionado y alternativo que las instituciones de Zalla nos han venido negando».

En una nota remitida ayer, la Gazte Asanblada sitúa su creación en «la oferta de alternativas diferentes y nuevas a la juventud de Zalla, rompiendo de esa manera con la idea de que la cultura es algo situado en el circuito de la compra y la venta». Añade en este contexto que la falta de un local les impedía desarrollar iniciativas como juegos tradicionales, cabezudos, talleres y cursillos.

Tras recibir varias negativas municipales ante su petición de locales, los jóvenes de Zalla integrados en la Gazte Asanblada decidieron entrar y reformar un inmueble, hecho por el que han sido llamados a declarar.