Reclaman, frente al Obispado, el derecho al aborto libre y gratuito
Los grupos que componen la Plataforma del 8 de Marzo de Gasteiz recorrieron ayer el centro de la capital arabarra para dejar en estatuas emblemáticas como El Caminante mensajes en favor del derecho al aborto. También dejaron sus reivindicaciones en los muros del Obispado, donde advirtieron: «La Iglesia católica no tiene derecho a meterse en nuestras vidas».
Txotxe ANDUEZA |
La Plataforma del 8 de marzo de Gasteiz está formada por la Asamblea de Mujeres de Araba, Bilgune Feminista, Eginaren Eginez, ELA, ESK, STEE-EILAS, LAB y CCOO. Una representación de estas asociaciones y sindicatos denunció ayer «la responsabilidad que tiene la Iglesia católica en el veto que se quiere imponer al derecho a abortar».
Para dejar claro el objetivo de su denuncia, la Plataforma dio la rueda de prensa previa a los actos del 8 de marzo a las puertas del Obispado de Vitoria. Previamente, habían recorrido el centro de la ciudad dejando estatuas emblemáticas como El Caminante adornadas con lemas favorables al derecho al aborto. También dejaron sus mensajes colgados de la fachada del Obispado.
Así, las representantes de esta Plataforma transmitieron a la Iglesia católica su advertencia: «la Iglesia no tiene derecho a meterse en nuestras vidas ni a hablar de nuestros derechos».
«No callamos ni nos callarán»
«Porque nosotras no callamos, ni nos callarán, seguimos denunciando que aquí no se respetan los derechos de las mujeres», aseguraron ayer las portavoces de la Plataforma gasteiztarra. Y denunciaron, entre otras cosas, «las promesas vacías que se nos venden a las mujeres a cambio de cómodos escaños parlamentarios». Porque en esta ocasión, la conmemoración del 8 de marzo se da en plena jornada de reflexión de la campaña electoral, una fecha llena de promesas en la que, sin embargo, «seguimos obligadas a luchar por nuestros derechos».
Entre las razones que siguen haciendo necesaria la lucha por la igualdad, las representantes feministas señalaron «nos ponen condiciones para tomar decisiones relacionadas con nuestro cuerpo; seguimos teniendo relaciones jerarquizadas; seguimos sometidas a agresiones violentas, a muertes, violaciones o precariedad».
A pesar de las promesas de estos días, denuncian que «los poderes institucional, religioso, judicial y mediático se entrometen en nuestras vidas con sus argumentos negadores de las libertades». Y lejos de garantizar los derechos de las mujeres, añaden, «la práctica de la interrupción voluntaria del embarazo no se está realizando en los centros públicos; no resulta gratuita; es una carrera de obstáculos médicos y judiciales; y, finalmente, resulta una trampa maldita que termina deteniendo a mujeres y a profesionales por parte de la Guardia Civil».
Finalmente, las representantes de la Plataforma del 8 de marzo de Gasteiz se manifestaron «hartas de esperar y de que siempre los nuestros sean los últimos derechos en la lista de las prioridades políticas de los distintos gobiernos».
Las mujeres desarrollan más del 70 por ciento de la producción doméstica, tanto al cuidado de las personas que conforman sus familias, como en tareas domésticas. Emakunde centra, por ello, su campaña del 8 de marzo, en el reparto equitativo de las actividades domésticas y la «corresponsabilidad».
Esta realidad supone que, según informó ayer la presidenta de Emakunde, Izaskun Moyua, las mujeres no se insertan en el mercado laboral con las mismas condiciones que los hombres. Además, la tasa de ocupación femenina se encuentra en la CAV tres puntos porcentuales por debajo del 60 por ciento que el Tratado de Lisboa pretende que alcancen los países europeos hasta 2010. «Esto supone un factor positivo para las mujeres y para su entrada en el mercado laboral y público», señaló Moyua.
Sin embargo, las mujeres continúan realizando la mayor parte del trabajo doméstico, lo que hace que este sector de la población entre en el mercado laboral en diferentes condiciones que los hombres. «Las mujeres vascas nos encontramos en desigualdad de condiciones respecto a los hombres y esto es algo en lo que tenemos que trabajar, porque hay que transformar esta realidad que está haciendo daño, tanto a las mujeres, como a los hombres», denunció Emakunde.
Las respuestas deben ser, según el Instituto Vasco de la Mujer, «equitativas» y no deben «cargar» con el trabajo doméstico a ninguna de las personas por el hecho de pertenecer a un determinado sexo. Emakunde afronta «el importante reto» del reparto equitativo de las responsabilidades, tanto en el ámbito público como en el privado.
Como cada año, una manifestación recorrerá las calles de Gasteiz como acto culminante de los que se realizan en torno al 8 de marzo. Será el sábado, y dará comienzo a las 8 de la tarde, en la Plaza de San Antón.
La Comisión del 8 de Marzo ha recurrido ante el Tribunal Superior de Justicia de Navarra (TSJN) la decisión de la delegación del Gobierno español de prohibir la manifestación convocada para el sábado con motivo del Día Internacional de la Mujer.
Según informaron ayer, el lunes recibieron una notificación denegando el permiso para la manifestación «que antes había sido autorizada». La delegación argumenta la «coincidencia» de la manifestación con la jornada de reflexión de las elecciones.
Las convocantes de los actos del 8 de marzo en Nafarroa confían en que el tribunal estime hoy su recurso, mientras la Plataforma de Gasteiz, por su parte, denunció que «quienes se llenan la boca diciendo que van a acabar con la violencia contra las mujeres, el día en que salimos a defender nuestros derechos nos ponen fuera de la ley».