«¿Se dan las condiciones democráticas mínimas para que la voluntad popular tenga reflejo en la representación política? Evidentemente, no». Con esta pregunta retórica que lanzó ayer en el Kursaal de Donostia el secretario general de LAB, Rafa Díez, se resume una de las razones capitales por la que, a su entender, la abstención es la opción más efectiva para este país. También para hacer frente al segundo argumento: «Responder al bloqueo político que impone el Estado español en Euskal Herria».

Cerca de cuatrocientos sindicalistas de distintos ámbitos se dieron cita en el Palacio Kursaal de la capital guipuzcoana en la convocatoria que extendieron la semana pasada los más de treinta sindicalistas que, a título personal, suscribieron un documento que llama a los vascos a que adopten una posición de abstención activa en la contienda electoral del próximo domingo. Un texto en el que se pide la abstención «para exigir condiciones democráticas e impulsar un marco democrático».

«Langileok, abstentzioa»

Esa treintena de sindicalistas, entre los que se encuentran el ex secretario general de ELA Alfonso Etxeberria, así como destacados dirigentes de LAB, ESK, HIRU, STEE-EILAS y EHNE, volvieron a reunirse ayer para dar cuenta del porqué de su petición para un plante democrático y para la abstención.

Bajo una pancarta con el eslogan «Salbuespen egoeraren aurrean langileok abstentzioa. Martxoaren 9an demokraziaren aldeko plantoa», el acto sindical, que estuvo amenizado por dos bertsolaris, arrancó a las 11.00 con la intervención del secretario general de la central de transportistas HIRU, Patxi Agirre, quien, realizando un símil con su oficio, resumió en una frase su posición política: «No estamos dispuestos a transportar la carga de la opresión y de la imposición a Euskal Herria».

De la misma forma que el dirigente de HIRU, el presidente de EHNE de Gipuzkoa, Iñaki Lasagabaster, realizó el llamamiento a la abstención desde un discurso sectorial. Recordó cómo en el siglo XVII, ante el incremento de los impuestos a los agricultores de Zuberoa, se levantaron ante esa imposición incluso contra las tropas francesas. Ahora, a su juicio, aquellos amotinados que defendían sus derechos se convierten en los rebeldes que piden la abstención en defensa de los derechos de los vascos y de este país.

La sindicalista de STEE-EILAS Arantza Urkaregi mencionó que, aunque en el seno de este sindicato del ámbito de la enseñanza se agrupan personas de distintas sensibilidades políticas, a todas ellas les une «la defensa de que todos los proyectos políticos puedan ser defendidos y realizables en igualdad de condiciones». A todas luces, tal y como afirmó Urkaregi, una vez más estas elecciones españolas no recogen esa posibilidad. Pero, además, recordó que el Ejecutivo del PSOE ha instalado de facto «el estado de excepción en Euskal Herria».

«Hiriente e indignante»

A diferencia del resto de los oradores, el sindicalista de ESK Fernando Bilbao, que insistió en que en la tesitura política actual «no cabe otra alternativa que plantarse», censuró la actitud que están manteniendo PNV, EA, Aralar y NaBai en esta campaña electoral. Una posición que tildó de «hiriente e indignante», ya que, a su juicio, «ellos, que no hacen nada para que esta situación cambie, nos piden que les votemos».

El secretario general de LAB, Rafa Díez, habló largo y tendido tanto del contexto político por el que viene marcada la pugna electoral del domingo como de las razones por la que la mejor opción para el futuro de este país es la de plantarse ante el Estado español mediante la abstención activa.

Díez arrancó su intervención señalando que esta campaña electoral está repleta de mensajes vacíos con los que, en vez de dar respuesta a la situación que vive Euskal Herria, «algunos pretenden desfigurar y ocultar» el estado de las cosas en el país.

Manifestó que esta campaña «parece la hoja de ruta de al- gunos partidos políticos» como el PP y el PSOE, en cuyos discursos el eje principal ha sido siempre Euskal Herria. Unas alocuciones que «siempre han tenido una víctima: Euskal Herria, las ansias de la mayoría de la sociedad de un escenario democrático, de un cambio político que traiga la paz y la democracia a nuestro pueblo».

«Déficit democrático»

Subrayó que por eso no se puede aislar de estos comicios el contexto político que el Estado español, de la mano del PP y del PSOE, ha instalado en este país en los últimos años.

Y una de las conclusiones más directas de las políticas que han aplicado los partidos españoles ha sido, para Díez, «el déficit democrático evidente» que existe. El secretario general de LAB entiende que el Ejecutivo del PSOE «ha declarado un apartheid al independentismo; quieren hacer un Guantánamo político a la izquierda abertzale».

Por consiguiente, Díez defendió que una situación de «anormalidad» necesita de respuestas que deslegitimen el «estado de excepción» impuesto y los mecanismos que lo posibilitan, como el proceso electoral. Y, para ello, la herramienta más eficaz es la abstención. «No se puede hablar de conculcación de derechos y darle cobertura a esta situación participando sin más en las coordenadas que define el Gobierno español», agregó.

También citó una segunda razón por la que, a su parecer, es imprescindible para el devenir de este país la abstención activa: «Responder al bloqueo político que impone el Estado español en Euskal Herria». Rafa Díez entiende que el país se encuentra en una encrucijada para su futuro que viene marcada por el cambio político y que «Madrid pretende condicionar para evitar que los vascos marquemos el futuro con nuestra voluntad».