Eliza Gara invita a la desobediencia civil dentro de la Iglesia
Tras la elección de Antonio María Rouco Varela como presidente de la Conferencia Episcopal Española (CEE), Eliza Gara Bizkaia invitó ayer a las comunidades cristianas a desarrollar actividades públicas de desobediencia civil, «pacífica y provocadora», dentro de la Iglesia católica.
Agustín GOIKOETXEA |
Un día después de que el cardenal arzobispo de Madrid, Antonio María Rouco Varela, fuera elegido otra vez como presidente de la CEE, este movimiento cristiano de base animó a los católicos a la desobediencia civil en el seno de la Iglesia. Con este llamamiento, Eliza Gara se reafirma en la línea emprendida hace ya algunos meses, cuya última expresión fue la presentación de una mujer, Elena Sanz, como candidata a la presidencia para denunciar el «déficit democrático» de una institución cada vez más conservadora.
«Son cada vez más los colectivos católicos que reclaman una democracia real y la igualdad de hombres y mujeres dentro de la Iglesia, pero la Conferencia Episcopal -subrayaron- no ha hecho, durante décadas, ni el más mínimo gesto de darse por enterada de dichas peticiones. Peticiones que, por otra parte, son vistas hoy en día como el mínimo exigible a cualquier institución que quiera moverse en nuestra sociedad».
Ante esta actitud poco receptiva, como creyentes, propusieron a todas las personas y comunidades católicas de Hego Euskal Herria y del Estado español que «ejerciten la creatividad y desarrollen actividades públicas de desobediencia civil, pacífica pero provocadora», dentro de la Iglesia que dirige Joseph Ratzinger.
Este colectivo que defiende una iglesia ««solidaria, pobre, donde hombres y mujeres trabajemos en plena igualdad, participativa y democrática», constata que en el ámbito privado la desobediencia cristiana a muchas directrices y normativas de la Iglesia es «masiva». Es por ello que proponen, a raíz de la elección del ultraconservador Rouco Varela, acciones que, en el ámbito público, muestren abiertamente la discrepancia con las leyes de la Iglesia «que nos parezcan injustificadas, y que exijan un diálogo con la jerarquía en puntos importantes del funcionamiento de la comunidad». Eliza Gara viene desarrollando actividades de desobediencia civil desde hace algunos meses, y está dispuesta a colaborar con otros colectivos.
Aitor Urresti, uno de los portavoces de este grupo de creyentes vizcainos, no quiso entrar a valorar la figura del nuevo presidente de la Conferencia Episcopal, pues en lo que centran su crítica es en que «en ningún momento se consulta a los cristianos acerca del modelo de Iglesia que queremos. Ricardo Blázquez ha ido a la asamblea plenaria y no ha preguntado a las bases de la Iglesia sobre cuál es nuestra opinión. La sociedad civil es madura, por qué no la comunidad católica».
Respecto a la repercusión negativa que puede tener la designación de Rouco Varela sobre los sectores críticos con la jerarquía eclesial, Urresti confesó que no creen que pueda hacer «más de lo que está haciendo». «Nuestra relación con la Iglesia es más afectiva. No tenemos ninguna con la jerarquía. Nosotros -añadió- tenemos la conciencia tranquila respecto a la posición que mantenemos y seguiremos por este camino».
Uno de los aspectos en el que trabajan es en la denuncia de la «invisibilización de la mujer» en la Iglesia. «Sólo nos dejan hacer lecturas y limpiar parroquias», lamentó Elena Sanz hace algunas semanas.