El Ayuntamiento de Gasteiz abordó ayer un importante debate. El concejal de EA, Antxon Belakortu, propuso modificar el sistema de adjudicación de la vivienda de protección, de los sorteos a la baremación. Todos coinciden en dar la razón a quienes una y otra vez denuncian que la vivienda es un derecho y los derechos no se sortean. Pero la conclusión del debate de ayer fue que continuarán los sorteos.

El alcalde de Gasteiz, Patxi Lazcoz (PSE), resumió los argumentos contrarios al cambio: es una decisión que precisa de un consenso que no existe ahora; el número de solicitudes es muy alto, por lo que habría muchos empates en la baremación y tendrían que realizarse sorteos; la normativa de Lakua «impide» un sistema que no sea el sorteo, aunque se trata de una norma, no una ley, por lo que puede variarse; y a diferencia del sistema de sorteo con cupos, «con el que todo el mundo tiene oportunidad de que le toque una vivienda», con el de baremos «un número importante de solicitudes tendrían imposibilidad matemática de lograrlo».

En opinión de Lazcoz, aun aceptando que no es razonable que un derecho fundamental se resuelva por sorteo, «las circunstancias impiden ahora un sistema mejor».

Por lo tanto, el Ayuntamiento de Gasteiz sólo realizará una modificación de los cupos, para acelerar el acceso a una vivienda de las personas y familias «de la mala suerte» porque llevan un montón de años esperando y «es razonable que mejoremos sus posibilidades». Esta modificación se hará efectiva para el propio sorteo que realice el Ayuntamiento, en los meses de abril o mayo.

EA observa «falta de valentía»

Antxon Belakortu cree que la negativa de todos los grupos municipales a apoyar su propuesta esconde «falta de valentía» para abordar la respuesta a dar a esta problemática, importante «sobre todo para las personas que esperan a tener una vivienda digna a un precio asequible». No comparte el edil de EA las pegas puestas por el resto de grupos y denuncia la contradicción que a su juicio supone que cuando se habla de este tema «todo el mundo repite que el sorteo no es bueno» y no se adopte una alternativa.

«Es patético que se anden sorteando los derechos», concluyó Belakortu, para quien es especialmente criticable la postura de «quienes dicen tener sensibilidad social», que considera que no apoyaron la propuesta «porque desde su responsabilidad en el Gobierno Vasco, cambiar el sistema en Gasteiz supondría reconocer que no lo están haciendo bien».