«Euskal Herria gorrira. Aldaketa borrokaz, borroka eragin» es el lema elegido para la celebración del congreso ordinario de LAB. Destaca el cambio generacional que se producirá en la dirección del sindicato, que será «un punto y seguido» en la actividad de LAB, como explicó Ainhoa Etxaide, que sustituirá a Rafa Díez en la secretaria general, y que estará acompañada por Jabi Garnika, como secretario general adjunto. Se modifica la composición del Comité Nacional y del Comité Ejecutivo y se crearán dos sectores nuevos: sociocomunitario y Osasungintza para alcanzar a ocho divisiones; y se crearán tres federaciones: de servicios públicos, de servicios privados y de industria.

Etxaide explicó que habrá una línea de continuidad, que activará a LAB como «motor de cambio» y añadió que «nos acercaremos a ese objetivo si somos capaces de coger el testigo de la labor de vanguardia que ha realizado toda una generación en el sindicato». Ese reconocimiento a quienes han trabajado en LAB todos estos años se hace necesario porque, como explicó Rafa Díez al inicio de la presentación del séptimo congreso, «se ha producido un aumento progresivo de la influencia de LAB a nivel sociopolítico, económico y sindical».

Bajo ese contexto, el actual secretario general explicó que desde el anterior congreso la afiliación se ha incrementado en 7.660 personas hasta los 42.133 afiliados, lo que representa una evolución del 22,22% desde 20003 hasta 2007. «Tenemos 500 delegados más que hace cuatro años y somos el único sindicato que crece de forma uniforme en todos los territorios», precisó.

LAB cuenta con una representatividad del 16% en Hego Euskal Herria, pero que asciende al 17,12% en el conjunto de Araba, Bizkaia y Gipuzkoa», aunque la representación es mayor entre las empresas de más de cincuenta trabajadores.

Reconocimiento

El actual secretario general reconoció, por otro lado, que en este tiempo «LAB ha ampliado su reconocimiento internacional. La Federación Sindical Mundial (FSM) nos aceptó como afiliados en diciembre de 2006 y mantenemos un trabajo constante». Tal es así, que los próximos días 19 y 20 de mayo, Donostia acogerá el Congreso Internacional de los sindicatos de la Industria Minera y Metalúrgica. LAB será la organización anfitriona.

Rafa Díez se inició en LAB en setiembre de 1974 y en el segundo congreso en 1980 entró en la dirección del sindicato y en 1992 fue elegido coordinador general en el III Congreso, celebrado en Leioa. En el séptimo congreso abandonará ese cargo.

Para él, LAB ha jugado un papel activo de «contrapoder» y de «modelo alternativo» en todos los campos y recordó que «hemos tomado iniciativas y hemos propuesto referencias para superar el conflicto político en defensa de este país, que necesita un escenario de democracia. LAB ha estado en esa barricada y seguirá estando», precisó. Ainhoa Etxaide se encargó de explicar las ponencias de organización y la política sindical. Entre los ejes que abordará se encuentra «la necesidad de que se produzca un cambio político, que garantice un marco político democrático». A su juicio, ese avance permitirá «que se trasladen los contenidos suficientes en materias sociales, laborales y económicas que activen la capacidad de cambio económico».

Por esa razón, LAB considera que «los trabajadores deben ser protagonistas fundamentales del cambio político».

Otro eje fundamental, según destacó la actual secretaria general adjunta, es «abordar la realidad preocupante» a nivel sociolaboral. Para ello adelantó que se pondrá énfasis en cinco puntos: «defensa del sector público, empleo digno, derechos sociales, igualdad de oportunidades entre hombres y mujeres y normalización lingüística».

El séptimo congreso servirá, según explicaron, para «activar la ofensiva sindical» y, por lo tanto, para «especificar y clarificar» los métodos y modelos de lucha. Etxaide resaltó que «la fragmentación de la clase trabajadora reduce la capacidad para disputar ese poder de influencia a los empresarios», por lo que insistió en que se debe producir una reflexión entre sindicatos para «modelar la lucha, para ver el papel que juegan las huelgas, y para avanzar en la confrontación».

Rafa Díez se mostró a favor de «acumular fuerzas en el espacio sindical» en base a contenidos y propuestas concretas. Destacó, por último, que «el cambio político está ahí, debe ser una oportunidad y una posibilidad de que traiga elementos de cambio social». Agregó que ese paso abriría, también, la puerta para la unidad sindical.