En la elección de material de ayer en el Atano III de Donostia no se habló prácticamente de otra cosa que de los seis tantos que deben realizar Aimar Olaizola y Oier Mendizabal para entrar en la final y de los dieciséis que Títin III y Aritz Laskurain deben encajar, como máximo, para lograr el mismo objetivo.

Las valoraciones del partido del domingo giraron en torno a ese guión, con opiniones para todos los gustos. «Ellos, una vez que consigan los seis tantos, jugarán más tranquilos, lo cual no significa que se relajen. Pueden ser incluso más peligrosos, porque jugarán con menos presión», señaló Laskurain.

El zaguero de Soraluze respondió a continuación a una pregunta que se ha repetido cada vez que le ha tocado jugar en el presente campeonato -si aguantará el acoso al que será sometido-, una duda que, por otro lado, ha despejado sobradamente merced al gran nivel que ha exhibido en la cancha. «Tengo que salir tranquilo y centrado. Si estoy bien, no creo que me avasallen. Si gozo y le quito un poco de pelota a Aimar, seguro que Titín tiene opciones adelante y podemos realizar nuestro juego. No hay que obsesionarse con que me van a atacar. Si estoy bien, algo más tendrán que hacer», remarcó.

Pese a que los delanteros son los que se llevan todos los elogios, el compañero del guipuzcoano habló de la importancia de la lucha que se dirime en los cuadros traseros. «La clave del partido, al igual que a lo largo del campeonato, estará en los zagueros. El zaguero que está más entonado, que goza y abre más hueco, permite al delantero estar más cómodo. Los delanteros tendremos que arriesgar, pero la pareja que menos errores cometa ganará», declaró Titín.

«Un sueño»

Aimar Olaizola, pese a que con realizar seis tantos lograrían el pase para la final, adelantó que no especularán con el resultado. «Hay que salir a ganar. No podemos estar confiados. Con seis tantos estaríamos en la final, pero a todos nos gusta ganar», reiteró el de Goizueta.

Oier Mendizabal era de la misma opinión. «Es un partido muy difícil, pero saldremos a ganar. Antes ya jugamos con el tanteo y nos salió muy mal», dijo, en alusión al último choque de la liguilla de cuartos de final en el que les bastaba con llegar a diecisiete tantos para clasificarse y no lo lograron, aunque finalmente consiguieron el billete para semifinales. En cuanto a la opción de meterse en la final, se mostró ilusionado con esa posibilidad. «Sería un sueño. Esperemos que pueda hacerse realidad», indicó el de Añorga.

Los de Asegarce eligieron una pelota de 104,6 y dos de 104,8 gramos. Los de Aspe, por su parte, se decantaron por tres de 105,1, 104,8 y 104,6 gramos. «Hemos separado tres pelotas vivas de poder. Las suyas son algo más bajas que las nuestras», explicó Títín.