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El cazador que mató a la osa Canelle argumenta que actuó en defensa propia

Réné Marqueze tiroteó y mató en 2004 a Canelle, el último ejemplar de oso del Pirineo. Él afirma que actuó tras ser atacado; los ecologistas, en cambio, aseguran que sabía de su presencia y no fue sorprendido.

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El cazador francés acusado de matar en noviembre de 2004 a uno de los últimos osos de los Pirineos, Canelle, ha declarado que actuó en defensa propia al encontrarse de improvisto con el animal en las montañas.

Réné Marqueze, de 65 años, hizo esa afirmación el miércoles, al comienzo de una audiencia en la ciudad de Pau donde se enfrenta a una demanda de grupos ecologistas por matar a un animal de una especie protegida. Si es condenado, se enfrentaría a una pena de hasta nueve meses de prisión y multa de 9.000 euros.

Marqueze se sienta en el banquillo por una decisión del Tribunal Supremo francés del pasado 13 de noviembre, anulando el dictamen del juez instructor del caso, que inicialmente optó por archivar la causa por estimar que el cazador actuó en legítima defensa.

El Tribunal de Apelación de Pau ya se había pronunciado contra ese archivo el 6 de abril del año pasado, al considerar que el procesado voluntariamente se había expuesto a «una confrontación con el oso» y que los cazadores no deberían haber participado en «una batida peligrosa», a su juicio «organizada infringiendo las prescripciones reglamentarias».

El juicio es el último episodio de una larga batalla para salvar a los osos salvajes, especie que los ecologistas quieren repoblar en los Pirineos con nuevos ejemplares tras las extinción de los originarios del lugar. La iniciativa cuenta con la oposición de pastores de la zona, que afirman que los osos matan a las ovejas y dañan los cultivos.

Marqueze dijo que fue atacado por la osa Canelle mientras cazaba jabalíes en el valle de Aspe, en las montañas de los Pirineos. «Estaba parada sobre sus patas traseras, tenía sus orejas paradas. Corrió hacia adelante cuando la vi, yo corrí para salir de su camino pero ella no dudó y me atacó desde atrás», explicó el cazador a una emisora de radio. Marqueze dijo que mató a la osa, que iba acompañada de su cría, desde una distancia de unos cinco o seis metros.

La muerte de Cannelle desató la ira de los grupos ambientalistas y tras ella se relanzó la campaña para llevar osos pardos de Eslovaquia a la región. Los ecologistas creen que la osa era el último ejemplar femenino originario de los Pirineos.

Contradiciendo la argumentación del acusado, un abogado de dos grupos ecologistas, Franois Ruffie, dijo que Marqueze sabía de la presencia de la osa y su cría en la zona y que no fue sorprendido por ella.

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