Tras las elecciones del 9-M
PNV y PSE están en lo que Arzalluz llamó «ritos de apareamiento»
Juan José Ibarretxe dice tener tendida la mano a José Luis Rodríguez Zapatero, con quien considera estar «condenado a entenderse», pero añade que si se le niega el diálogo seguirá adelante con su plan. Joseba Egibar asegura lo mismo. Entre tanto, Ramón Jáuregui también tiende la mano, pero para el «entendimiento sobre el final de la violencia y una adecuación estatutaria». Es la fase postelectoral inicial a la que Xabier Arzalluz definió como «ritos de apareamiento».
Iñaki IRIONDO | GASTEIZ
Mientras José Luis Rodríguez Zapatero permanece en silencio en el Palacio de la Moncloa, seguro de su continuidad durante los próximos cuatro años, PSE y PNV se intercambian declaraciones más o menos altisonantes, con imagen de firmeza, para ir marcando cada cual su territorio de cara a una próxima negociación.
Todo hace predecir que algún tipo de diálogo habrá. Por un lado, el presidente del Gobierno español en funciones ha anunciado que abrirá una ronda de contactos con representantes del resto de grupos parlamentarios de cara a la investidura. Ahí habrá una primera oportunidad para ver si se produce un acercamiento de posiciones entre el PNV y el PSOE.
Si no la hubiera, quedaría una segunda posibilidad. Rodríguez Zapatero ya avanzó en campaña su deseo de desactivar de una forma amable y no conflictiva los planes de Ibarretxe conducentes a la consulta. Por tanto, es probable que también abra un canal de diálogo con el lehendakari, para tratar «rebajar la tensión» en ese campo.
Juan José Ibarretxe, por su parte, insistió ayer -en una entrevista concedida a Radio Euskadi- en que ambos están «condenados a entenderse» y recalcó que si el presidente del Gobierno español está dispuesto a abrir un diálogo en unas condiciones aceptables, sería posible reconsiderar los siguientes pasos contemplados en su «hoja de ruta», que de momento pasan por un pleno en el Parlamento de Gasteiz el próximo mes de junio.
La mano tendida del lehendakari estuvo acompañada, al mismo tiempo, por una muestra de determinación, al señalar que si su oferta se rechaza, él segui- rá adelante y propondrá a la Cámara autonómica la convocatoria de una consulta en la que «la respuesta de la sociedad vasca será clave para desbloquear de una vez y para siempre el problema que llevamos a cues- tas desde hace tanto y tanto tiempo».
«Parece no vivir en este país»
Mientras el PNV trata de mantener su imagen de firmeza, el PSE -subido al pedestal de su éxito electoral- intenta agudizar la idea de que los jeltzales no están en situación de poner condiciones, al tiempo que tratan de erosionar la imagen del lehendakari y de su «hoja de ruta», presentándolas como la causa del «divorcio absoluto» entre el tripartito y la sociedad vasca, e intentando que los jeltzales acepten una negociación al margen de esos presupuestos.
José Antonio Pastor, portavoz parlamentario del PSE y secretario general de este partido en Bizkaia, ahondó ayer en este mensaje, afirmando que el lehendakari «parece no vivir en este país». A su entender, las pasadas elecciones «dejaron muy claro» que las propuestas de la hoja de ruta del Gobierno de Lakua «no eran la necesidad de los vascos».
También el diputado del PSE por Araba, Ramón Jáuregui, incidió en argumentos similares. En declaraciones a Telecinco subrayó que «el pueblo vasco ha vuelto a decir que no» por tercera vez a los planes de Ibarretxe. «Creo que hay mucha gente en el PNV -añadió- que piensa que si el lehendakari se empeña en ese proceso, les lleva al barranco», y concluyó apuntando que también él piensa que hay algo de verdad en esta impresión.
Tanto Pastor como Jáuregui coincidieron en que si el PNV no acepta sus consejos y varía el camino por el que ahora dice que va a transitar acabará convirtiéndose en «un partido irrelevante», pues no tendrá capacidad de entenderse con el Go- bierno español.
Ramón Jáuregui aseguró que considera que es bueno que el PSOE y el Gobierno de Rodríguez Zapatero puedan entenderse con el PNV, pero lo que quiere es que los jeltzales apuesten también «por la colaboración y el entendimiento respecto al fin de la violencia, una adecuación estatutaria y una posición más pragmática»
Ante esta ofensiva que pretende convencer al PNV de que todos sus males electorales proceden de la estrategia marcada por el lehendakari, desde el EBB se insiste en que la «hoja de ruta» marcada en el Parlamento de Gasteiz se mantiene. El martes fue el presidente del EBB, Iñigo Urkullu, quien lo dijo, y el miércoles por la noche Joseba Egibar afianzó el mensaje.
Egibar mantiene posiciones
En una entrevista en Ganbara, de Radio Euskadi, el portavoz parlamentario jeltzale aseguró que «si José Luis Rodríguez Zapatero se niega a dialogar con el lehendakari y se niega al derecho a celebrar una consulta popular, el PNV no respaldará la investidura».
Egibar añadió que «no entenderíamos que a una oferta nítida, clara, del Gobierno Vasco, del lehendakari, el señor Zapatero diera un no. Si la respuesta es `no', evidentemente nosotros no vamos a participar en la investidura».
Tanto desde el PNV como desde Lehendakaritza se dice no entender cómo puede el presidente del Gobierno español negarse a negociar con Ibarretxe. El propio lehendakari reiteraba en su entrevista de ayer un razonamiento en el que viene insistiendo desde hace algún tiempo: «Zapatero ha estado nego- ciando con ETA hace unos meses el derecho a decidir del pueblo vasco. Pues si ha estado negociando con ETA, ¿por qué no lo va a negociar con el lehendakari, por qué no lo va a negociar con las instituciones vascas?».
«Todos quieren aparearse»
Fue Xabier Arzalluz quien, tras las elecciones autonómicas de 1998 y viendo las exigencias que ponían el resto de partidos para tratar de llegar a un acuerdo con el PNV, definió estos escarceos iniciales como «ritos de apareamiento».
Con su habitual sorna, restó importancia a estas primeras exigencias porque «salvo excepciones, todo el mundo quiere aparearse». Por ello invitaba a dejar pasar unos días después de los comicios, porque «hace falta tiempo» no sólo para negociar acuerdos, sino sobre todo para dejar primero que sanen las heridas causadas en unos u otros por la campaña y por los resultados.
El PNV y la abstención
La dirección del PNV parece haber admitido tras los análisis pormenorizados de sus resultados electorales, que el grueso del voto que han perdido ha ido a parar a la abstención. Así lo señala Iñaki Anasagasti, apuntando que es preciso estudiar por qué se ha dado ese desapego, y así lo apuntaba también con preocupación Joseba Egibar.
Según el portavoz parlamentario jeltzale, el PNV ha observado, «y eso es lo que nos preocupa», que la mayor parte del electorado que la coalición PNV-EA consiguió atraer en 2001 hasta alcanzar la cima de los 604.222 votos, «lo tenemos en la abstención», lo que significa que «en algo estamos fallando».
Desde el PSE, tanto José Antonio Pastor como Ramón Jáuregui coincidieron ayer en afirmar con convencimiento que si el PNV mantiene los planes de Juan José Ibarretxe quedará reducido a la condición de partido «irrelevante» para el Gobierno.
La presidenta del PP en la CAV cortó ayer de raíz cualquier debate sobre una mayor autonomía del partido en esta comunidad sugerido la víspera por el presidente vizcaino, Antonio Basagoiti. Éste, en unas declaraciones a Radio Nacional de España, demandó «más autonomía» para poder «abordar cuestiones pegadas a la realidad de los ciudadanos». Basagoiti puso como ejemplo que «UPN es un partido que tiene nuestros principios, que tiene un grado interesante de autonomía y que además es capaz de estar muy pegado al terreno para crecer. Y ésa es la línea que tiene que llevar el PP vasco».
En una rueda de prensa de valoración de los resultados electorales, María San Gil aseguró que Antonino Basagoiti «no se explicó bien» y «puso un mal ejemplo». «Lo que quería decir es que es verdad que hemos perdido nuestro porcentaje de voto pero como todo partido político que se precie tenemos que tener más voto porque tenemos vocación de Gobierno», explicó San Gil, quien precisó que «se habló de UPN como se podía haber hablado del PP de Murcia, que tiene muchos más votos, más de un 60% de respaldo electoral».
Por lo demás, la presidenta del PP de la CAV señaló que los resultados electorales del pasado domingo sitúan «claramente» a la comunidad autonómica en «el inicio del fin del ciclo nacionalista», lo que es «una buena noticia» para quienes defienden una sociedad vasca «plural» dentro de España. En cuanto a la victoria del PSE, afirmó que «le ha salido muy rentable» su «radicalidad» y su «acercamiento al nacionalismo», por lo que teme que en adelante «seguirá en esa línea» y ello supondrá «más nacionalismo y, si se puede, más negociación con ETA».