Un pueblo de pensadores, si señor. Eso es lo que somos, camaradas y camarados, pensadores natos. Y natas, claro, o sea, clara. Todo cerebro. Vamos, que por pensar no va a ser. En eso sí que nos da igual ocho que ochenta. Lo que sea, lo que haga falta. Como que un día pensamos y pensamos tanto que nos llega para toda la semana. Como pa no. En esto de pensar sí que no escatimamos esfuerzos; vaya, lo mismo pensamos tumbados que sentados, que cogemos, en un derroche de energía, y pensamos de pie. ¡Viva Honduras, claro que sí! Nosotros, nosotros somos la hostia. La re-hostia. A nosotros no nos la meten, nosotros no nos chupamos el dedo, y no es porque no lleguemos. Es más, sí que llegamos, pero pasamos, pues pensamos. Como Dios, que también existe, ¿no? Sí hombre, sí. ¡Viva Honduras!

Tertulianos, columnistas, listos y listas, mercenarios vascongados, policías periodistas, políticos profesionales y rebaño de borregos con exceso de materia gris, digámoslo al unísono: ¡Viva Honduras! Otra vez, más fuerte: ¡Viva Honduras! Ahora en euskera, que, si no, se rebotan los buenos: Biba Honduras! Y entre viva y biba, una foto, la foto, que no se diga que no estuvimos. Pa-ta-ta. Pa-ta-ta. Pa-ta-ta. Y mañana ya somos portada, clic, qué guapas todas, qué fuertes todos. ¡Viva Honduras!

Pero -no todo es tan simple- el hecho de que todos sin exclusiones paseemos un coeficiente intelectual ampliamente superior al del resto del mundo no quita para que -como suele ser habitual- la inmensa mayoría piense más y mejor que los demás. Ese pensar imparable, esa máquina que llevan por cerebro, esas cabezas Fórmula 1 nos han dado la semana pasada una lección de las de aquí te espero, panadero, tráete bollos que pan ya tengo. Esas esferas bienpensantes han utilizado todo su poder de concentración y se han concentrado de tal manera que, dicen los expertos en el tema, ya es tarde para la medicina; sólo queda esperar. Pero, por supuesto, mientras tanto todos a una: ¡Viva Honduras! Y agáchate, y vuélvete a agachar, y mira hacia Pamplona que te vas a enterar. Y nada de quejarse, ni de llorar ni de tanta tontería, tienes derecho a permanecer en silencio, todo lo que digas podrá ser utilizado en tu contra... no queda otra: ¡Viva Honduras!

Lo dicen en la China y hasta en el Hong Kong, lo dice Rajoy, lo dice Hugo Chaves (...) y se dice así: Uno, el brikidans, dos, el Maikeljason, tres, el crusaíto, cuatro, el Robocó. A todo esto: ¿Qué pone en la pancarta oficial? ¿Qué dicen en la tele? ¿Qué dice Uxue Barcos mientras se da un chapuzón en el jakuzzi de la Barcina? ¿Qué piden los que piden a los políticos que nunca han hecho nada que lo hagan ahora? ¿Qué significado tiene hacer el paripé fingiendo dolor cuando en realidad sólo quieren votos? ¿Os lo digo? ¿No? ¿Sí? ¿Deshojamos una margarita? Sí, no, sí, no, sí, no... sí. ¡Viva Honduras! ¿Que no lo pilláis? Más claro, PSNaBai: ¡Viva Honduras! Vascos y vascas, ¡viva Honduras!