«Queremos ser una ventana a la integración latinoamericana»
Helga Malavé es la encargada de la compra de los programas no informativos de Telesur, donde lleva trabajando desde julio junto a un equipo «joven y con mucha fe en el proyecto que estamos desarrollando». «Nuestro principal interés es ofrecer una comunicación alternativa a lo que son los noticieros tradicionales, que siempre muestran una imagen distorsionada de América Latina»
Ainara LERTXUNDI |
El otro lado de la noticia difundida por los grandes medios de comunicación, ofrecer una visión diferente y mostrar la mirada latinoamericana a través de sus propios protagonistas son los objetivos de Telesur. Helga Malavé puso voz a esta novedosa experiencia y al momento actual en Latinoamérica en el Festival de Cine y Cooperación organizado por Mugarik Gabe.
¿Con qué objetivo nace Telesur?
Queremos ofrecer una comunicación alternativa a lo que son los informativos tradicionales, que siempre muestran una imagen distorsionada de América Latina. Queremos dar una visión distinta de la noticia y mostrar la mirada latinoamericana a través de nuestros ojos. Telesur es además una experiencia totalmente novedosa; es un canal multiestatal integrado por Argentina, Bolivia, Cuba, Nicaragua, Uruguay y Venezuela.
¿A qué se refiere al decir que quieren ser el escaparate de «la mirada latinoamericana»?
Telesur desea ser una ventana hacia la integración latinoamericana. Es importante que nos conozcamos y sepamos las cosas que nos unen y diferencian. Cuando, desde otros sitios se habla de América Latina parece que todo es México o los charros. Pero no, hay músicas diferentes; cumbia, tango, salsa, ranchera, bolero, sones... eso no se ve cuando nos retratan. Desde el punto de vista informativo, queremos dar la noticia que se considere importante, porque usualmente, CNN escoge aquella que le interesa destacar con, muchas veces, calificativos que no nos identifican y con temor hacia nuevos procesos como Evo Morales, Hugo Chávez, Cristina Kirchner, Rafael Correa o Tabaré Vázquez. Queremos que la gente vea que no pasa nada, que son una alternativa distinta y que el objetivo es dar una mejor calidad de vida.
Antes de que la atención mediática se situara en Colombia y la crisis con Ecuador, el anuncio de Fidel Castro y la designación de Raúl Castro ocuparon todas las primeras planas. ¿Cómo valora el tratamiento de los medios de comunicación?
Antes de que se produjera la votación en la Asamblea Popular, pude ver titulares que trataban de quitar valor a gestos que asumen algunos políticos latinoamericanos. Al usar palabras como «renuncia» se presentó la decisión de Fidel como una derrota, y titulares como «Castro deja a Castro» le daban a la noticia un carácter de nepotismo y continuidad. Hay que dar oportunidad a los propios cubanos a que expresen cómo ven este momento. Los medios tradicionales siempre dan su opinión e interpretación sin hacer una investigación más profunda de lo que siente la población.
Venezuela también estuvo en el ojo del huracán con la no renovación de la licencia a RCTV.
Los medios no son para nada instituciones objetivas ni ajenas a la realidad política de cada país. Pero, las distintas ideologías deberían de tener oportunidad de manifestarse. En cambio, lo que ha habido es un monopolio, homogeneización de los intereses políticos en los medios. Por eso, se ven las mismas noticias en España, EEUU, Brasil... porque los grandes medios manejan y difundan la noticia que quieren y no permiten que otras personas den su visión.
Por ello, los canales alternativos como Telesur deberían tener una oportunidad y un mayor crecimiento en el mundo porque es la posibilidad de que una misma noticia tenga diferentes puntos de vista.
Lo que ocurrió con RCTV no fue un cierre; se le terminó su tiempo de concesión y no se le renovó. El espectro radioeléctrico, como en todos los países, pertenece al Estado y, a través del Estado, a la población, y se tiene el derecho a renovar o no el convenio. Estos medios privados siempre han estado al servicio de sus intereses.
En 2002, cuando hubo el golpe contra Hugo Chávez, Venevisión, Globovisión y RCTV participaron activamente y el único canal que tenía el Estado lo sacaron del aire. Las noticias que se recibían en Venezuela eran sólo las que daban ellos.
Hay una imagen en la que salen unas personas del oficialismo disparando desde un puente. La imagen se manipuló y la noticia que se dio fue que estaban disparando contra una manifestación de la oposición. Esa imagen sacó a Chávez durante 48 horas y ganó el Príncipe Asturias. Y era una imagen modificada.
Ha incidido en la importancia de los medios alternativos y de dar un enfoque diferente. En ese sentido, ¿qué la parecen experiencias como al-Jazeera?
Es una oportunidad para que las personas inmersas en el problema den una visión diferente. Lo que no existe es un equilibrio entre los medios alternativos y los grandes grupos. No tenemos ni el mismo alcance ni la misma cantidad de medios. Por eso, hay que potenciar el surgimiento de medios alternativos en todos los países.
¿Qué le sugiere proyectos como el ALBA, el Banco del Sur...?
Por primera vez, se concreta la palabra integración en hechos reales. Son expresiones concretas de lo que significa ayudarnos e integrarnos.
¿Y los tratados de libre comercio firmados en EEUU?
Históricamente, los tratados comerciales de EEUU no han dejado ningún crecimiento económico justo.
¿Cómo ve el futuro de Telesur y América Latina?
Con mucho trabajo, pero esperanzador. Hay presidentes que están trabajando cercanamente, con ideas parecidas. Hay un interés entre los gobernantes de acercar América Latina. Es el momento más interesante políticamente.
Un momento no exento de riesgos
Seguro porque las personas habituadas al poder no van a querer perderlo fácilmente. En Venezuela lo vivimos a diario.
¿Qué valoración le merecen expresiones como la de «por qué no te callas» escuchada en la Cumbre Iberoamericana?
Esas son el tipo de cosas que busca la prensa tradicional para quitar méritos a la gestión de Chávez. Lo más importante eran las cosas que tenían que decir Ortega, Morales o Chávez en cuanto a la situación de los países.