«Queremos una solución realizable, cuanto antes», manifestó Demetris Christofias, presidente de Chipre, en una comparecencia ante la prensa en vísperas de la reunión que celebrará mañana con el dirigente de la República turca de del Norte de Chipre (RTNC), Mehmet Alí Talat. Ambos mantendrán un encuentro para reanudar las bloqueadas negociaciones para la reunificación de la isla.

Chipre se encuentra dividida desde 1974, cuando se produjo la invasión del norte de la isla por el Ejército turco tras un golpe de Estado de nacionalistas grecochipriotas sostenido por Atenas. La RTNC (solamente reconocida por Ankara) se declaró en el norte ocupado mientras que la comunidad internacional reconoce la República de Chipre cuyo territorio el sur de la isla y es miembro de la Unión Europea desde 2004.

«No queremos tener retrasos. No tenemos tiempo. Esta vez debemos triunfar. Un nuevo fracaso sería devastador para el futuro de nuestro pueblo, tanto grecochipriotas como turcochipriotas», subrayó el nuevo presidente de la República de Chipre elegido el 24 de febrero.

Demetris Christofias se mostró dispuesto a «escuchar atentamente lo que Talat tiene que decir sobre los obstáculos y los problemas» que les enfrentan y realizó un llamamiento a situar en su justo término este encuentro «exploratorio», sobre el que se han levantado «excesivas» esperanzas.

«Pensamos que no es productivo actuar apresuradamente, sin la preparación necesaria que permite realizar progresos», advirtió, antes de precisar que «no podemos solucionar el problema chipriota en un mes».

Posturas alejadas

Las posiciones de ambas partes siguen estando muy distantes. Para los turcochipriotas, la discusión debe partir del plan de reunificación elaborado Kofi Annan cuando era secretario general de la Organización de Naciones Unidas y que fue rechazado por los grecochipriotas en referéndum en abril de 2004.

Christofias considera que «el punto principal y decisivo» es el acuerdo marco firmado el 8 de abril de 2006 por el entonces presidente chipriota Tassos Papadopoulos y Talat en torno a una solución basada en una federación bizonal y bicomunitaria. «Es el único acuerdo que existe entre las dos partes; Talat debe respetarlo», aseguró.

El acuerdo tenía por objeto negociar sobre ámbitos precisos como la lucha contra la criminalidad, manteniendo, al tiempo, debates paralelos sobre cuestiones cruciales como la división del poder y el territorio. Sin embargo, se ha mantenido en vía muerta pese a la cumbre celebrada el pasado año, cuando los dos dirigentes acordaron dar pasos adelante.

«Podemos dar ese paso», subrayó ayer Christofias ante los medios de comunicación.

Contactos y relaciones

Para desbloquear la situación, el nuevo presidente señaló que cuenta con sus «relaciones personales» con Talat, así como con los vínculos forjados entre su partido AKEL (comunista) y el Partido Republicano Turco (CTP) del dirigente turcochipriota. «Mi partido fue pionero en los esfuerzos de aproximación tras el rechazo del plan de Annan», afirmó. Incluso se declaró «más que listo para discutir» con Turquía, que mantiene 40.000 soldados en el norte de la isla, e «intentar establecer relaciones con el primer ministro turco, Recep Tayyip Erdogan».

Mañana, al término del encuentro previsto, los dos dirigentes chipriotas deberían anunciar la próxima apertura de un sexto puesto fronterizo entre el norte y el sur, en la simbólica calle Ledra, la principal arteria peatonal que atraviesa la vieja Nicosia.

Esta apertura, que según el municipio podría ser efectiva en menos de una semana, supondría, si se produjera, que «los responsables políticos están dispuestos a dar un paso adelante», explicó Demetris Christofias en el transcurso de la comparecencia pública.