Díez Alaba: «Este proyecto supone mi reencuentro con el género humano»
Siempre habrá para Mikel Díez Alaba un antes y un después de «1+12», la exposición individual que ha inaugurado en el Aula de Cultura BBK, creada expresamente para este espacio. En su regreso a su ciudad natal, el artista afincado en Menorca presenta un conjunto de piezas creadas en torno a la Última Cena. Admite que, después de este trabajo, «ya no soy el mismo» y que siente «mucha más libertad» a la hora de afrontar el lienzo.
Izaskun LABEAGA | BILBO
Mikel Díez Alaba (Bilbo, 1947) recibió hace unos años el encargo de un industrial menorquín que deseaba para su casa un cuadro relacionado con la Última Cena.
Este trabajo despertó en el artista el interés por los primeros cristianos y por Jesús. Buscó un sponsor -BBK- y decidió aislarse para poder profundizar en este proyecto que ha titulado ``1+ 12'': «El 1 es la unidad, el origen, donde no existe absolutamente nada; el 12 son doce proyectos de vida, doce caminos, doce personajes, que son éstos pero que podían haber sido otros». Los retratados alrededor de la mesa son personas cercanas al artista, incluidos dos familiares. El conjunto evoca «un espíritu cordial, un espíritu de encuentro».
En el cuadro, aparece de espaldas una figura femenina. «Hay dos antecedentes, otras dos pinturas sobre la Última Cena que la incorporan y, si los hay, yo estoy en el derecho de hacerlo porque pertenezco a una corriente en el tiemo y soy deudor de todos los pintores que antes que yo han pintado», señala.
Estudió estos trabajos previos y mucha documentación antes de acometer su propuesta. «Si Jesús tenía presente a la mujer, de la misma manera que al hombre, lo normal es que aparezca en el cuadro».
El montaje creado expresamente para el Aula de Cultura BBK permite al espectador realizar un repaso por el proceso creativo seguido por el autor. La muestra incluye retratos aislados de los comensales dibujados por Mikel Díez Alaba, detalles tomados de sus manos o rostros, y cuadros ya no figurativos relacionados también con la escena principal. Son fragmentos de este cuadro simbolista que, al sacarlos del contexto, han dado lugar a varias piezas abstractas.
Además, ha colocado algunos objetos tomados de su estudio de Menorca, que dan una idea del ambiente en el que desarrolla su trabajo, «del mundo que me rodea», dice. «Son cosas que tengo encima de la mesa, en la pared y fotos del taller».
Al final del recorrido se halla el lienzo que da título a esta exposición. Como complemento a la pintura, ha colocado un círculo con 13 piedras procedentes de distintos lugares. Rinde homenaje a Jorge Oteiza.
La sala consta de una zona para la proyección de un vídeo que explica cómo se gestó este proyecto, al tiempo que repasa la trayectoria del bilbaino.
Dice Mikel Díez Alaba que con esta exposición ha «disfrutado muchísimo del encuentro con el hombre. Me ha permitido aceptar a los demás, cosa que durante tiempo no había hecho. Mi obra era muy dura y agresiva, durante tiempo me dediqué a pintar el espacio, el paisaje, lugares que no estaban habitados por los humanos».
Ahora se siente «mucho más libre para poder trabajar». El creador señala que ahora «absolutamente todo me atrae: puedo pintar `1+12' y, al mismo tiempo, los cuadros abstractos, todos con la misma intensidad. Lo que he aprendido hasta hoy pertenece al proceso histórico del arte; desde los primitivos, he aprendido de todos. Lo que puedo decir ahora es que soy pintor, es el reconocimiento de mi pertenencia a un grupo».
Título: ``1+12''. Autor: Mikel Díez Alaba. Lugar: Aula de Cultura BBK -Elkano, 20, Bilbo-. Fecha: Hasta el 10 de abril.