El Comité de Apelación desestimó ayer el recurso presentado por el Betis en contra del cierre para dos partidos del estadio Manuel Ruiz de Lopera, la decisión de dar por concluido el partido con el marcador, uno a dos, que tenía el choque cuando Armando fue agredido por un impresentable y una multa económica de 9,000 euros.

El organismo disciplinario estimó que el colegiado, Clos Gómez, tenía la potestad de suspender el partido una vez que el Athletic se quedó sin guardameta por una circunstancia ajena al juego cuando los rojiblancos ya tenían hechos sus tres cambios. Asimismo, el Comité de Apelación tildó de «enteramente rechazable» la alegación de los verdiblancos.

De esta forma, a expensas de los 15 días que tienen los andaluces para recurrir ante el Comité de Disciplina Deportiva, se da por buena la resolución adoptada la pasada semana por el Comité de Competición y se obliga al Betis a jugar su partido de este domingo fuera de su campo. Así, por recomendación expresa de la Federación española, los béticos disputarán en el Vicente Calderón de Madrid su encuentro de mañana ante el Barça.

Una medida que el jurista de los verdiblancos, Jaime Rodríguez, calificó como «uno de los hechos más graves que podían darse. Por primera vez en la historia del fútbol, coincidirían en una misma ciudad las hinchadas de los cuatro equipos que tienen mayor rivalidad entre sí. El domingo se disputa el Real Madrid-Sevilla, por lo que se daría una situación muy peligrosa». Ahondando en este argumento, Rodríguez destacó «la temeridad que supone siempre aglutinar a un gran número de hinchas rivales. Es casi un acto terrorista, porque terrorismo es poner en peligro la vida de los demás» en declaraciones a Radio Betis. Impresentable.

Pese a ello, finalmente, se aplica la lógica de dar por finalizado un encuentro del cual ya se habían disputado 70 minutos y en el que el equipo del jugador agredido, el Athletic, iba ganando por 1 a 2. Y es que la campaña iniciada desde Sevilla, con declaraciones de Lopera, Pepe León, Chaparro o Juanito, no ha surtido ningún efecto. Cabe recordar que el Betis es reincidente en estas lides, el año pasado Juande Ramos fue retirado inconsciente de su campo tras recibir otro botellazo en la nuca, y volver a jugar los minutos restantes como sucedió en esa ocasión, supondría una auténtica burla al deporte y, especialmente, a los grandes damnificados del caso: el Athletic y Armando.

Por otra parte, la comisión Antiviolencia decidió sancionar al agresor del sopeloztarra con 10.000 euros y dos años de imposibilidad de entrar en ningún recinto deportivo. Este organismo exculpó al Betis de cualquier tipo de responsabilidad en la brutal agresión.