Santi GonzÁlez A. Herrera
Herrera
Hace años, muy sombríos por cierto, el Ayuntamiento consintió, aprobó y casi destruyó una comunidad... A algún descerebrado y a una administración sin sensibilidad se les ocurrió la «brillante idea» de hacer una variante de la ciudad con salida en la propia ciudad. Derribaron iglesia, escuela, frontón, caseríos y todo aquello que les estorbaba para unas supuestas necesidades de la ciudad. ¿No era parte de ésta nuestro Herrera?
Eran otros tiempos, de miedo, de silencio obligado, sin libertades. Hoy es diferente; hay democracia (?), se puede hablar (?), recurrir, alegar o lo que sea. No obstante, el caso que te hacen es el mismo, es decir, ninguno. Una vez más la historia se repite. Pasarán por encima de los intereses de la comunidad (ya lo están haciendo) y finalmente la harán desaparecer desestructurando lo que quedaba. Lo que casi destruyó la dictadura lo está rematando la democracia. ¡Qué ironía!
Te apalearán, pero, eso sí, democráticamente.