Los rojillos ganan por primera vez en el Coliseum Alfonso Pérez
Ya era hora de acabar con maleficios
Un gol de Miguel Flaño y otro de penalti de Patxi Puñal acabaron con la sequía foránea que se venía prolongando por espacio de casi cuatro meses. La victoria se produjo, además, en un campo que estaba adquiriendo la categoría de maldito en las últimas temporadas.
GETAFE 0
OSASUNA 2
Natxo MATXIN | IRUÑEA
Cayó el maleficio del Coliseum Alfonso Pérez. Hasta ayer, Osasuna no sólo no había ganado nunca en ese estadio, sino que ni siquiera había conseguido anotar un gol. Sin embargo, esa trayectoria negativa se vio superada cuando, a falta de cinco minutos para el descanso, Miguel Flaño anotó su primera diana de la temporada.
Había estado el de Noain en varias ocasiones rozando la posibilidad de marcar y no pudo venir en mejor momento, ya que, de haber vuelto de vacío, los rojillos se hubieran complicado mucho las cosas. Tampoco en esta ocasión la coyuntura de resultados fue del todo favorable, pese a que la brecha se abre ahora a cuatro puntos con el descenso.
La primera victoria a domicilio en Getafe no evita que el encuentro de este próximo sábado ante el Recreativo tenga la categoría de final -una victoria ante los andaluces les distanciaría a siete puntos-, pero sí alivia el ambiente de pesimismo que había reinado en el entorno a lo largo de la semana tras la dolorosa derrota ante el Betis.
Y eso que Osasuna no lo tuvo nada fácil para conseguir sus tres primeros puntos foráneos después de cuatro meses, pese a que su rival se viera obligado a jugar durante más de una hora con un hombre menos.
No se puede decir que los de Laudrup no acusaran en cierta medida tal desventaja, pero entre las peculiares características de un campo en el que se encuentran como pez en el agua, las inclemencias meteorológicas y que es un conjunto muy curtido, la diferencia sólo estuvo en el mayor acierto navarro.
No podía ser de otra forma en un encuentro muy trabado -una falta cada dos minutos y hasta nueve amarillas, además de la roja a Contra- y en el que se llegó en contadas ocasiones a la portería rival con cierta claridad. Aparte de los goles, los navarros sólo remataron en tres ocasiones entre los tres palos -ninguna con serio peligro- y los de Laudrup anduvieron en similares cifras.
Los sinsabores cosechados en algunos desplazamientos en los que el equipo recibió la bofetada de la derrota cuando trató de ser más ambicioso han supuesto que Osasuna salte ahora al terreno de juego con la lección bien aprendida. Como hicieran en Villarreal o Valladolid, los de Ziganda optaron por jugar a no perder, aunque esta vez sí que fueron capaces de aprovechar las jugadas de estrategia.
Sin lanzarse a la desesperada tras verse en superioridad numérica, esperaron al lance propicio para comenzar a poner tierra de por medio en el marca- dor. El Getafe dispone de muchas virtudes -no sería comprensible que estuviera todavía vivo en tres competiciones de no ser así-, pero una de ellas no es precisamente la de defender balones aéreos. Y de ahí llegó la primera estocada rojilla.
Repliegue y puntilla final
Con todo a favor, ventaja en el electrónico y en piezas sobre el césped, Osasuna siguió confiando en su capacidad defensiva -Uche apenas inquietaba- y le salió bien, pese a que la practicidad se convirtió en un repliegue bastante acusado tras la reanudación. Los rojillos se echaron muy atrás y el Getafe trenzó con mayor continuidad en los primeros minutos de la segunda parte.
Pero el que los azulones comenzaran a acusar el esfuerzo físico añadido y más de uno ya tuviera puesto su pensamiento en no exprimirse en demasía para afrontar con garantías el enfrentamiento histórico que deberán dirimir en el Allianz Arena este próximo jueves allanó el camino hacia el triunfo balsámico que necesitaban los de Ziganda para recuperar la autoestima ganadora.
La puntilla la fraguó un Dady que saltó decidido a reivindicarse después de que Sola le haya arrebatado el puesto y su entrenador no haya contado con él en las últimas jornadas. El caboverdiano gestó la jugada del segundo penalti que le pitan a Osasuna en la presente temporada, que en esta ocasión sí materializó Patxi Puñal.
Carlos Vela vio la quinta amarilla en una jugada absurda al tratar de impedir que el Getafe sacara una falta. La ausencia del mexicano le crea un serio problema a Ziganda, por la lesión de Delporte, aunque Plasil será seguramente su sustituto.
Aunque no le dio mayor importancia en lo que a estadística particular se refiere, José Ángel Ziganda ya puede decir que sabe lo que es ganar como entrenador en el Coliseum Alfonso Pérez, un estadio que se le venía resistiendo. «No hago mucho caso a estas cosas porque el objetivo es sacar puntos, sea el campo que sea», explicó.
Lo cual no significa que no se mostrara «contento» por la victoria, en especial porque los suyos habían demostrado «mucha madurez», al haber sacado adelante el encuentro «de manera sobria». «Estoy contento por el triunfo y por la solidez ofrecida, sobre todo tras el palo del pasado domingo», insistió.
En este sentido, el Cuco admitió que el choque no había sido brillante e incluso que tras el descanso, «podíamos haber hecho más daño, pero no queríamos cometer errores, como nos había sucedido en anteriores encuentros, además de que la clasificación influye».
En cualquier caso, el de Larraintzar también quiso dejar claro que «ha habido partidos en los que hemos tenido más llegadas sin premio» y que «era de cajón que, jugando como lo veníamos haciendo fuera de casa, tarde o temprano tenía que producirse una victoria».
Ahora los rojillos podrían encadenar su segundo triunfo liguero consecutivo, algo que todavía no han conseguido. Para ello, habrá que doblegar al Recre el sábado, un choque «que vamos a preparar muy bien».
GARA
El Getafe volvió a recibir otro gol de cabeza, fruto de la anticipación de Miguel Flaño. Es el undécimo del campeonato -las mismas cifras que otros conjuntos que se encuentran en la parte baja de la tabla- y el principal déficit de los azulones.
Aunque sólo fuera por espacio de un minuto -salió en el 92-, Quique Corrales volvió a jugar casi cuatro meses después. El lateral sevillano había disputado su último partido en Liga el pasado 8 de diciembre contra el Valencia en El Sadar.
Héctor Font celebró su partido número cien en Primera División coincidiendo con el regreso del equipo a las victorias foráneas. El jugador villarrealense lleva disputados de momento un total de 44 encuentros ligueros con la elástica rojilla.