La última jornada de Liga ha arrojado un balance extraordinariamente positivo para el Athletic. Los rojiblancos se han garantizado seguir un año más en Primera, se acercan a Europa y, además, se sitúan como el equipo menos goleado de la Liga junto al Barcelona con únicamente 29 tantos encajados en 31 choques. Un dato especialmente relevante para un equipo que en los últimos años, incluso cuando ha estado de lleno metido en los puestos de cabeza, ha cosechado un importante número de goles en contra. Hecho que le ha llevado a estar las dos campañas precedentes peleando por mantenerse en la máxima categoría.

La mejoría en este apartado responde en gran medida al hincapié realizado desde la llegada de Caparrós por dar un paso adelante en la faceta defensiva. Los rojiblancos han logrado engranar un sistema defensivo sólido e incómodo para los rivales. Asimismo, determinados cambios de piezas, la confianza en el trabajo colectivo y el centrar el cometido de algunos jugadores en la labor de contención han ayudado para que el Athletic tenga estas cifras.

En el apartado táctico, Javi Martínez es la pieza clave del entramado defensivo. El de Aiegi realiza un increíble despliegue físico, lo que le permite abarcar muchísimo campo. El navarro pelea, roba, impone sus centímetros y su poderío para dar un importante equilibrio al conjunto rojiblanco. Asimismo, su faceta táctica es importantísima. En numerosos partidos, se ha visto obligado a cubrir las espaldas de jugadores como Yeste, Orbaiz u Ocio. En este último caso, especialmente repetido a principios de campaña, obligaba al joven jugador a actuar unos metros más retrasado. Sin embargo, en la segunda vuelta ha adelantado la posición y el equipo en conjunto lo ha notado. Al igual que echó en falta su ausencia en Huelva, donde los vizcainos estuvieron desarbolados durante una hora.

En cuanto a los puestos defensivos se refiere, Caparrós ha apostado por Ocio y Amorebieta en todo momento. El de Iurreta se ha consolidado como jugador de Primera este año. Ser un central zurdo y contundente, todavía por hacer del todo, le otorga muchas posibilidades y el de Utrera ha mostrado fe ciega en él. Al igual que hace con Ocio, jugador de su total confianza. Los desplazados han sido Ustaritz y Prieto. Pero, no son los nombres, sino las funciones las que también han variado. Y es que pocas veces se ve a un central rojiblanco caer a banda -no son especialmente rápidos los titulares-, ni verse superado como en muchos casos le ocurría a Sarriegi, un jugador solidario tácticamente, la pasada temporada. Ahora, la aportación de Iraola-que reconoció a GARA que su función principal este año es defender- y, sobre todo, la de Koikili, han cerrado también las bandas. El de Otxandio entró en un lateral izquierdo que estaba a examen constante y consiguió dar estabilidad y cerrar la fuga de agua.

Otro de los focos de atención era la portería. El Athletic fichó a Iraizoz, uno de los cinco mejores porteros de la Liga, para encontrar un heredero de su estirpe de metas. El de Antsoain respondió, pero una inoportuna lesión le ha dejado fuera de combate. Después Aranzubia y ahora Armando -gracias al trabajo colectivo- han mantenido sus números.

En cuanto se refiere al resto de componentes de la plantilla, todos, también los que ocupan las parcelas ofensivas o abren el campo por las dos bandas, han aportado su granito de arena para que el Athletic llegue al esprint final del campeonato como el equipo menos goleado de toda la Liga.