Mueren dos personas en el Estado español por el mal de las «vacas locas»
Dos personas han muerto en la provincia de León (Estado español) a causa de la enfermedad de las «vacas locas», según informó ayer la Consejería de Sanidad de esa comunidad. Los afectados tenían 41 y 50 años y son las primeras víctimas mortales españolas desde 2005.
GARA |
El director general de Salud Pública de la Consejería de Sanidad de la Junta de Castilla y León, José Javier Castro, confirmó ayer la muerte de dos personas en la provincia de León aquejadas por la variante humana de la enfermedad de Creutzfeld-Jakob, conocida como el mal de las «vacas locas». Los fallecimientos de estas dos personas, de 41 y 50 años de edad, se produjeron en 28 de diciembre de 2007 y el pasado 7 de febrero.
Esta patología no había provocado ninguna víctima mortal en el Estado español desde 2005, año en el que se detectó el primer casos, cuando una mujer de 26 años falleció en Madrid como consecuencia de esta enfermedad. Además, desde 1999 se han manifestado 719 casos de esta enfermedad en animales.
Coincidiendo con la confirmación de las dos últimas muertes, Las autoridades sanitarias de Castilla y León hicieron ayer un llamamiento a la tranquilidad respecto al consumo de carne, aunque admitieron que no se conoce si hay más enfermos, ya que este tipo de dolencia no se puede diagnosticar hasta el fallecimiento del afectado.
La variante humana del mal de las «vacas locas» es una enfermedad que afecta al cerebro y se contrae al consumir carne de vacuno con encefalopatía espongiforme bovina. Los tejidos de mayor riesgo son el cerebro, la médula espinal, los ojos, las amígdalas, el bazo y el intestino.
«No hay que alarmarse, porque lo más probable es que ambas víctimas sufrieran la contaminación hace más de ocho años», explicó Juan José Badiola, director del Centro español de Referencia de las Encefalopatías Espongiformes Transmisibles, quien, en una entrevista en Onda Cero, hizo un llamamiento a la tranquilidad.
Los médicos advierten de que es posible que aparezcan nuevos enfermos hasta 2010, porque los controles intensivos de los animales enfermos se instauraron a partir de 2000.
Ninguna de las víctimas mortales de León era ganadero y todo apunta a que ambos fallecimientos se deben a consumo de carne anterior a 2001.
La ministra española de Agricultura en funciones, Elena Espinosa, insistió ayer en que desde 1996 se adoptaron en la Unión Europea todas las medidas de control para evitar, prevenir y controlar el mal de las «vacas locas», que se detectó por primera vez en el Estado español en noviembre de 2000.
Sin embargo, su homóloga en la Junta de Castilla y León, Silvia Clemente, que también relacionó estas dos muertes con un consumo de carne anterior a 2001, explicó que esa ingesta se remonta al momento en el que no existía «el control actual impuesto por la Unión Europea». a su juicio, desde un punto de vista técnico y científico era posible la aparición de este tipo de casos, pero aseguró que en la actualidad el consumo de carne de vacuno está «totalmente garantizado».
La consejera de Castilla y León advirtió, asimismo, de que «probablemente» se detecten en el Estado español más casos del mal de las «vacas locas» en los próximos meses. En el mismo sentido se expresó también Alberto Rábano, jefe de la Unidad de Neuropatología de la Fundación Hospital de Alcorcón, en Madrid, quien consideró que no sería «raro» que aparecieran más casos, aunque afirmó que en Europa las cifras de afectados por esta enfermedad siguen siendo «muy bajas».
En ninguno de los tres casos mortales registrados en el Estado español se identificaron factores de riesgo descritos para este mal, según el Registro español de Encefalopatías Espongiformes Transmisibles HUmanas del Instituto Carlos III.
Un informe epidemiológico señala que las expectativas en el Estado español respecto a esta dolencia se caracterizan por «una considerable incertidumbre acerca del nivel de exposición de la población a factores de riesgo para esta variante de la enfermedad de Creutzfeld-Jakob.
A falta de datos concretos, todo apunta a que ambos fallecimientos se deben a ingesta de carne anterior a 2001, cuando «no existía el control actual impuesto por la Unión Europea».
Once países de todo el mundo había registrado hasta el pasado mes de febrero 204 casos de la variante de enfermedad de Creutzfeld-Jakob (vECJ), el 80% de ellos (163 casos primarios y tres por transfusión) se habían diagnosticado en Gran Bretaña.
Según el Instituto Carlos III, de Madrid recogidos por Europa Press, la evolución de la epidemia de esta enfermedad en humanos «es todavía impredecible» debido, entre otras causas, a que el periodo de incubación es desconocido y a la dificultad de interpretación de la significación de los posibles casos secundarios de vECJ o de otras patologías relacionadas con ésta y todavía mal conocidas.
No obstante, se ha producido un «marcado descenso» de casos nuevos en Gran Bretaña desde 1999 y de muertes desde 2000, de modo que la epidemia, también en el Estado francés, parece haberse limitado a números próximos al límite inferior de las predicciones realizadas según modelos matemáticos que estimaban periodos de incubación largos (décadas) y que las cifras de casos totales oscilarían entre poco más de un centenar de personas hasta decenas de miles.
Las autoridades sanitarias de Castilla y León advirtieron de que «probablemente» se detecten más casos de la variante humana de la enfermedad de Creutzfeld-Jakob en los próximos meses.