La actual gestión aumenta los gastos y no los ingresos
Badiola estudia proponer a la Junta la quiebra de la SAD
Se apunta la posibilidad de que utilice la «due diligence» para pedir medidas excepcionales
Joseba ITURRIA | DONOSTIA
Iñaki Badiola estudia proponer a los accionistas de la Real la quiebra de la sociedad en la Junta Extraordinaria que anuncia para el mes de junio, prevista en principio para anunciar los resultados de la due diligence. Así se lo han manifestado a GARA diversas fuentes conocedoras de la situación. La declaración de quiebra supondría no afrontar las deudas ni asumir las indemnizaciones por los despidos anunciados y los que prevé.
Existe una segunda opción, que sería la aplicación de la Ley Concursal -similar a una suspensión de pagos controlada judicialmente-, justificándola con la due diligence y la gestión de los anteriores consejos, haciendo ver que no hay posibilidad de afrontar los gastos y presentarse como un salvador.
Tres son los pilares que apuntan en esta dirección: consultas y comentarios realizados por Badiola, el anuncio de la convocatoria de la Junta y la propia gestión del presidente.
El pasado noviembre se aprobó un presupuesto en el que los gastos ya superaban en nueve millones a los ingresos asegurados, Badiola ha aumentado el capítulo de gastos y, en el otro lado de la balanza, se ha limitado a vender el local de la calle Txurruka -guardándose una opción de recompra-, para disponer de liquidez para asumir los gastos ordinarios y buena parte de los derivados de sus fichajes. En lugar de centrarse en aumentar los ingresos, ha buscado aumentar su popularidad entre los aficionados.
Anoeta, Zubieta, aeropuertos...
En esa línea, no aprovechó la visita del Numancia -que era el equipo que más seguidores iba a arrastrar en el mejor partido que quedaba en Anoeta y en un momento de máxima ilusión-, para cobrar el segundo medio día del club aprobado en la Junta. Siguió con entradas a cinco euros, regaló invitaciones y colocó las sillas para acceder al estadio gratis.
En las negociaciones con el ayuntamiento de Donostia, no prioriza ni la consecución de los 800.000 euros que el Consejo anterior pretendía obtener para el mantenimiento del estadio, ni la recalificación antes de junio de los terrenos de Zubieta para que se puedan contabilizar la mayor parte de los seis millones de tope establecidos por la primera venta y que permitan vender en buenas condiciones la L de Zubieta.
Esto último aumentaría los ingresos y reduciría los gastos de mantenimiento, al eliminar dos de los seis campos de hierba natural. Por contra, centra sus objetivos en comprar el estadio.
Y las supuestas tiendas de los aeropuertos chinos en las que la Real iba a vender más de 15.000 camisetas diarias, dando por hecho que abran todos los días del año, no se ponen en marcha antes de junio. Parece que Badiola no intenta, como es su obligación, cuadrar ingresos y gastos.
Fichajes y los dos millones
No sólo eso, sino que se obliga al club a asumir más pagos. Y ya se verá qué pasa con otros que Badiola dijo que iba a afrontar. Porque el presidente dice y repite que pone su dinero, pero la única cantidad ingresada ronda los dos millones de euros y es una transferencia realizada desde un banco norteaméricano. ¿Es una cantidad que aporta Badiola o un préstamo de una entidad financiera? ¿En qué condiciones llega?
Los dos millones que dice que ha puesto para fichajes de jugadores le convertirían en acreedor de la sociedad y se teme que intente hacerse con el club sin coste ninguno.
Con esa cantidad no sólo no se han pagado las fichas de enero, como dijo Badiola en su rueda de prensa del 4 de febrero. Ni tan siquiera se cubren los gastos derivados hasta este momento por sus fichajes, cuyo coste dijo que asumiría él. Y eso que buena parte de estos gastos corresponden a las fichas que la Real, que es la entidad con la que han firmado, deberá abonar el 30 de junio junto con las demás.
También entonces, si hay ascenso, se deberían abonar las generosas primas que Badiola ofreció, aunque al menos la semana pasada seguían sin ser firmadas pese a estar aceptadas por los jugadores.
Comisiones de representantes
Tampoco es verdad, como dijo Badiola, que la Real sólo paga los pisos de los nuevos. Paga más. Entre esos gastos que debería asumir el club, según aseguran fuentes bien informadas, están los de los agentes que han sido claves en el mercado de invierno. Gastos que son importantes y que, en el caso de uno de ellos, se han podido incrementar por el empeño de Badiola en querer que Xabi Prieto firmara con Lightouse.
No es habitual que un representante experimentado como Miguel Ángel Cermeño -que asesora al canterano- acuda a Anoeta acompañado de un abogado del nivel -y del coste- del que llevó para negociar la renovación, en lo que cabe entender como un intento de examinar bien las garantías que debía ofrecer la sociedad china.
Obviamente, ante la presencia de ese experto y tras informar GARA ese día del estado de la negociación, Badiola no podía ofrecerle nada más que renovar por la Real.
Por lo manifestado por Badiola en círculos privados, parece que insinúa que anteriores directivos han podido beneficiarse de las comisiones de los fichajes que han recibido los profesionales que intervienen en los mismos.
Esta sería su mayor baza para satisfacer a quienes esperan oír que la Real está en su actual situación económica porque alguien ha robado dinero, y no porque el club ha pretendido vivir por encima de sus posibilidades con unos gastos en fichajes que no se pueden asumir.
Por esa regla de tres, Badiola estaría obligado a hacer públicas también las comisiones que han cobrado los agentes que han trabajado con él. ¿Los accionistas deben pensar que se ha beneficiado de parte de ellas? Porque algunas de las que habla en privado deben ser bastante menores que las actuales, a pesar de formar parte de operaciones con un montante mucho más altas, al estar incluidos traspasos. No es lo mismo la comisión por una cesión que la de una operación que incluye 800 millones de pesetas de traspaso y cinco años de contrato.
Hay capacidad suficiente
A pesar de ese aumento en los gastos y la poca voluntad o capacidad de Badiola de generar ingresos, el club tiene la liquidez suficiente para cumplir con sus compromisos y para que su presidente decidiera la pasada semana devolver dinero a los que tienen abonos familiares.
Ese mismo día se pudo escuchar a un comentarista decir con toda naturalidad que el Schalcke 04 alemán tiene 150 millones de euros de deuda. ¿Cómo puede en el mundo del fútbol plantearse la quiebra de un club que a 31 de marzo tiene liquidez para estar el día en los pagos y que tiene activos susceptibles de ser vendidos para afrontar las deudas?
Porque la deuda de la Real es ridícula comparada con la de la mayoría de los clubes. A día 4 de enero de 2008 era, en casi su totalidad, con entidades como Kutxa y Diputación, que para cobrarlas no van a poner en peligro el funcionamiento de la entidad blanquazul. Por ello, no tiene justificación que Iñaki Badiola pueda basar una medida tan excepcional en gestiones anteriores.
Avaladas por auditorías
Sobre todo cuando todas las cuentas anteriores han sido aprobadas por las respectivas Juntas y avaladas por auditorías. Por eso es importante subir a Primera División, porque en ese caso no habría justificación alguna para estos planes.
Es fácil declarar en quiebra al club. Basta con seguir en la línea de buscar gastos y no ingresos, plantear una imposibilidad de hacer frente a los pagos y dar por hecho que al final de este ejercicio habrá unas pérdidas grandes que provocarían que el club se quede con fondos propios negativos en situación de quiebra técnica. Pero así la responsabilidad recaería sobre los gestores actuales.
Badiola dijo que quería hacer la due diligence porque sus consejeros iban a responder con su patrimonio de la gestión que realizasen a partir de entonces. Al parecer, él no debe tener mayor inquietud, pero los demás consejeros deben tener claro que su responsabilidad no se limita a no mancharse el traje para dar buena imagen cuando comen pintxos en el palco.
Los consejeros deben responder
GARA no puede contrastar las informaciones con Badiola porque cada vez que se ha intentado el presidente no ha querido responder, y cuando se le ha preguntado en ruedas de prensa no siempre ha dicho la verdad.
Por ejemplo, respondió que basta con que Fran Mérida juegue un minuto para que se contabilizaran sus partidos y luego admitió que se necesitaban 45; dijo que con dinero suyo se pagaron las fichas de enero, cosa que niegan personas que conocen los movimientos bancarios; aseguró que tiene un documento firmado por Zigic que resulta increíble; y mantuvo que la idea de las sillas tiene coste cero el mismo día en que una persona con contactos con una de las empresas negó a GARA que existiera algún acuerdo.
Los consejeros de la Real Sociedad no sólo tienen la posibilidad de contrastar todas estas informaciones o, en caso contrario, de dimitir si su presidente no les ofrece los documentos que demuestren la situación actual del club. Tienen la obligación de hacerlo e informar a los accionistas con detalle y tiempo para que, si se convoca una Junta Extraordinaria, tengan el máximo de elementos para adoptar la postura adecuada. Una decisión así no puede tomarse en caliente.
La mayor parte de la deuda el 4 de enero era con Kutxa y Diputación, que no ponen en peligro la actividad, y la liquidez es tal que ha permitido pagar incluso buena parte de gastos por los fichajes con Badiola.
Todas las cuentas de pasados ejercicios han sido aprobadas en Junta con auditorías que las avalan y los consejeros actuales tienen la responsabilidad de equilibrar los gastos y los ingresos de éste.
La celebración de Delibasic tras lograr su gol -realizando con las manos el gesto de hablar- está siendo una de las comidillas del post partido contra el Hércules. El ariete explicaba ayer que fue una manera de expresar su malestar ante algunas declaraciones de Badiola que apuntan a la posibilidad de dajarle sin ficha para dar entrada a otro jugador extracomunitario. «No me gusta abrir el periódico, leer mi nombre y que me van a dar la baja sin enterarme de nada. No me parece muy justo». Delibasic asumió que es el presidente el que toma las decisiones, pero explicó que «cuando estamos enfadados salen cosas que no tienen que salir. No justifico mi gesto, me salió no sé por qué, ahora no se puede cambiar nada». El montenegrino reveló que se reunió con Badiola hace unos días y que éste le dijo que si Vaugham se opera le dará la baja para hacer sitio a Zigic. «Casi me echa del equipo. Y me lo dijo porque yo le pedí una reunión, no porque me llamara él. Estoy enfadado. No por no jugar, no me importa estar en el banquillo o en la grada, pero la forma de decir a un jugador que no se cuenta con él es cara a cara».
Tras la sesión de ayer, la plantilla blanquiazul tiene fiesta hoy. Las sesiones de entrenamiento a las órdenes de Juanma Lillo volverán a comenzar mañana a partir de las 10.00 en las instalaciones de Zubieta. El próximo choque será en Vigo contra el Celta, el sábado a las 18.30.
Fran Mérida fue uno de los grandes protagonistas del domingo, ya que fue titular y anotó el gol de la victoria: «Estoy muy contento por poder jugar tras dos meses sin ser titular y, claro, por el gol. Me sentí bien porque uno quiere estar en el campo y ayudar al equipo», apuntó.