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Armesto pinta desde la luz y el blanco una obra que dedica a su padre

«El orden debajo de la herida» es el título con el que Gerardo Armesto aglutina su obra más reciente. El artista gasteiztarra crea pequeños cuadros blancos en los que los materiales, la geometría y la luz cobran formas y sentido. La muestra se puede visitar hasta el 31 de junio.

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Josune VELEZ DE MENDIZABAL | GASTEIZ

Gerardo Armesto (Gasteiz, 1949) sentía la imperiosa necesidad de mostrar su trabajo: «La finalidad de alguien que se dedica al arte es mostrar su obra, si no difícilmente se ve motivado». Es por esta misma razón por la que el espacio alternativo Zuloa de Gasteiz, -«farmacia de guardia de propuestas y arte emergente», en palabras de su coordinador Iñaki Larrimbe-, ha dado salida al deseo de este artista. «No es el caso de Gerardo porque él cuenta con una dilatada trayectoria artística, pero en este caso las instituciones resultan lentas para ciertos propósitos expositivos», añadió Larrimbe.

Contento con la inauguración de «El orden debajo de la herida», Armesto expone en Zuloa una serie de pinturas en forma de cuadros en los que llevaba trabajando los últimos cinco años. «Se trata de un rectángulo horizontal en el que se abren formas cuadradas. Estos cuadraditos proceden del rectángulo total y están perfectamente ordenados de manera que ordenan el espacio», apuntó. La obra de Armesto es un mestizaje en el que converge la disciplina arquitectónica y el espíritu artístico. Y es que, a pesar de que abandonara sus estudios de Arquitectura por los de Bellas Artes, las obras de Armesto evocan «el arquitecto que un día quise ser», en palabras del autor.

Un dibujante aislado

A pesar de llevar tanto tiempo trabajando en esta serie, Armesto reconoció ayer «haber descansado» cuando al fin puso el título a su último trabajo. De ahí que las pequeñas ventanitas que se abren en el blanco yeso de sus obras hagan referencia metafórica a «El orden debajo de la herida». La luz es otro de los elementos característicos de su trabajo.

Armesto organiza los planos y construye a partir de zonas oscuras y claras. «Cuando en mi estudio entra la luz y se proyecta sobre la obra es cuando me sorprendo con el trabajo realizado -comentó-. Cuando la misma obra está en otro espacio, por el contrario, se ve distinta».

El entusiasta artista tuvo también ayer palabras para recordar a su padre. «Cuando empiezo a trabajar no tengo en mente ni títulos ni nada. Pero es cierto que una vez termino el trabajo tanto los nombres de la obra como la figura de mi padre me vienen a la mente», subrayó.

Y es que Armesto rinde su legado más reciente a su difunto padre. El mismo cartel publicitario de la muestra está compuesto, según desveló el artista, «por parte de unas fotografías antiguas de las que hemos seleccionado la mirada». De ahí que se adivinen dos ojos, uno de Gerardo Armesto padre y otro de Gerardo Armesto hijo. Antes de finalizar la rueda de prensa, Armesto sacó una libreta y mostró sus dibujos a lápiz. «Siempre que pinto una cabeza represento mi conciencia que me está observando. Pero últimamente no me sale dibujar», insistió.

De alguna manera Gerardo Armesto continúa dibujando, si bien no necesita pintura para ello. Sus materiales dotan de color y de luz a sus obras blancas.

HOMENAJE

Con motivo del 50 aniversario de la muerte de su padre, el artista gasteiztarra Gerardo Armesto le rinde homenaje con una exposición de pequeños cuadros blancos en Zuloa Espazioa.

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