El Ayuntamiento de Ordizia es tá trabajando a lo largo de 2008 para «poner en valor» la figura de Andrés de Urdaneta, «poco conocida e incluso minusvalorada, a pesar de que corresponde a un navegante excepcional, cuyo papel en la historia es parangonable al de Colón, Magallanes o Cock».

Quien así se expresa es José Ramón de Miguel, que está jugando un importante papel en las conmemoraciones del quinto centenario, dentro de las cuales ayer presentó el libro «Urdaneta y su tiempo»; «Urdaneta eta bere garaian», en la versión en euskara, que ha corrido a cargo de Mikel Aramendi.

El libro está centrado en el tornaviaje, es decir, el regreso de Filipinas a América a través del Pacífico, algo que Urdaneta consiguió en 1565, con lo que abrió una ruta que, a través del Galeón de Manila, estuvo en vigor durante 250 años, hasta que se impuso la navegación a vapor. «No parece exagerado decir que se trata de la línea comercial de navegación más importante de todos los tiempos», afirmó de Miguel.

La obra, que incluye datos inéditos procedentes de documentos hasta hace poco desconocidos, incide en que el tornaviaje no fue fruto de la casualidad, sino una operación compleja minuciosamente preparada por Urdaneta a partir de sus vastos conocimientos científicos, adquiridos en buena medida en el propio Pacífico, durante el viaje con Elkano y Jofre de Loaysa que hizo en su juventud. «Urdaneta -puso como ejemplo de Miguel- habla de la corriente de Humboldt 150 años antes de que éste la bautizara».

Un personaje moderno

Mikel Aramendi, quien, además de traductor del libro al euskara, ha sido cómplice del autor en este proyecto desde su misma génesis, enumeró algunas de las virtudes que aprecia en «Urdaneta y su tiempo».

La primera es que, a pesar de que se sabe poco sobre la biografía del navegante, aporta datos inéditos que demuestran que su relación con Ordizia estaba lejos de ser circunstancial. Por ejemplo, una hija que nació, vivió y murió en la localidad da testimonio de ello.

Otra de las virtudes del libro es, en opinión de Aramendi, el «atractivo» perfil humano que ofrece de Urdaneta, a quien presenta como «una persona moderna, a la que podemos sentir cercana, abierta a los nuevos conocimientos y a otras culturas; no era un ángel, desde luego, pero tampoco un colonizador cruel y despiadado».

En «Urdaneta y su tiempo» queda clara también la «euskaldunidad» del personaje y, paradójicamente, queda clara a través de sus escritos en castellano.

Para terminar, Mikel Aramendi destacó la «universalidad» de Urdaneta y sus relaciones directas o indirectas con otros vascos universales de la época, como Elkano, Legazpi, Juan de Zumarraga, Ignacio de Loiola, Francisco de Xabier y, quizá, incluso Lope de Agirre.