Los hechos reales en que se basa «21: Blackjack» han sido debidamente alterados, ya que, en la realidad, el brillante estudiante sobre el que habla el libro de Ben Mezrich era de origen asiático. En la película, el protagonista es un universitario de Boston encarnado por el emergente actor inglés Jim Sturgess, quien ha depurado su acento en la versión original.

Kevin Spacey es el veterano de la función, muy acostumbrado a trabajar con jóvenes que empiezan en su teatro de Londres, por lo que no tiene mayor problema en hacer las veces de profesor que instruye a sus alumnos de matemáticas más aventajados en el juego. Con su equipo de superdotados viaja a Las Vegas y revienta el casino, gracias a que éstos utilizan su retentiva y su capacidad de cálculo para dar con los números ganadores. Hasta ahí todo es más o menos cierto, aunque la falsa moralina que se aplica a la tan norteamericana filosofía del éxito es de pega.

Los protagonistas son precoces millonarios que no le hacen ascos al dinero fácil, puesto que sus actos no les acarrean mayores consecuencias. La situación más paradójica se produce cuando la madre del personaje que encarna Jim Sturgess le ofrece la cantidad que ha ahorrado trabajosa y honradamente para que se matricule en Medicina, ignorante de las grandes sumas que el despierto muchacho ha acumulado en sus noches locas en la capital del juego, también conocida como «la ciudad del pecado».