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Perdidos en Israel

«La banda nos visita»

Ha sido la película más premiada del pasado año, tanto en Israel como en los festivales internacionales, y ha dado a conocer a su realizador, Eran Kolirin, quien habla de la necesidad de paz de la gente común.

Mikel INSAUSTI | DONOSTIA

«La banda nos visita» ha sido una de las sensaciones del pasado año, cuando ya se habló de ella porque Israel no la pudo presentar al Óscar de Mejor Película de Habla No Inglesa, debido a que parte está hablada en un inglés de supervivencia, algo así como un esperanto para entenderse en situaciones desesperadas. Son legalismos absurdos, porque lo que hablan los músicos egipcios perdidos en Israel se parece al lenguaje por señas más que a otra cosa, al no poderse comunicar de otra manera con los israelíes. Son frases inconexas utilizadas para expresar su desorientación, porque los integrantes de la banda de música de la Policía de Alejandría se despistan en el aeropuerto y no encuentran el lugar donde deben tocar, que es un centro de arte israelí que celebra su ceremonia inaugural. Por suerte, el debutante Eran Kolirin no ha necesitado del reconocimiento de Hollywood, tras triunfar en los premios del Cine Europeo como Director Revelación, junto a Sasson Gabai, quien recibió el galardón de Mejor Actor. En su país ya se lo había llevado todo, acumulando los siete premios más importantes de la Academia de Cine.

En la apartada zona donde Eran Kolirin se crió el único canal de televisión que se podía ver era egipcio, sin que se recibiera ninguna otra señal. Es así cómo fue interesándose por la cultura árabe, incluso más que por la israelí, recibiendo una formación desprejuiciada que ha querido volcar en su ópera prima.

En peligro de extinción

En su opinión, se hacen muchas películas sobre el conflicto árabe-israelí, pero no había ninguna que expresara la necesidad de paz que sienten las gentes sencillas, al margen de la política de intereses cruzados y de las razones de estado. Es por ello que los visitantes egipcios conectan con la población nativa cuando se desvían de su ruta oficial, yéndose a perder a un escondido pueblo del desierto. De esta manera accidental descubrirán la hospitalidad y el calor de unos lugareños amistosos, ajenos a guerras pasadas entre sus respectivos países.

Los gestos de corazón serán el cauce propicio para el acercamiento, dando lugar a situaciones espontáneas y entrañables que solamente son posibles en un entorno rural, propicio a la conservación de costumbres y valores que se han perdido en los espacios próximos a los centros de poder. La música de banda es la metáfora de un mundo apacible y festivo que, por desgracia, se encuentra en peligro de extinción.

PRECEDENTES

«Cuando era niño, solíamos ver películas egipcias. Era un hábito bastante frecuente en las familias israelíes allá por inicios de los 80. Los viernes veíamos con aliento entrecortado aquellas tramas enredadas, los amores imposibles y la pena desgarradora de Omar Sharif, Pathen Hamama e I'del Imam en el único canal de televisión que el país tenía», explica el director.

Estreno

Título original: «Bikur Ha-Tizmoret».

Dirección y guión: Eran Kolirin.

Producción: E. Ratzkovsky, E. Bleiberg, Y. Uzrad, K. Gal-Raday y G. Jacoel.

Fotografía: Shai Goldman.

Música: Habib Shehadeh Hanna.

Intérpretes: Sasson Gabai, Ronit Elkabetz, Saleh Bakri, Khalifa Natour, Imad Jabarin, Tarak Kopty, Hisham Khoury.

País: Israel, 2007.

Duración: 85 minutos.

Género: Comedia costumbrista.

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