Típico ejemplo de comedia coyuntural, perpetrado por el artífice de series de éxito televisivas como «7 vidas» o «Aida». Nacho García Velilla presenta un personaje pensado para el lucimiento de Javier Cámara, que vuelve a la caracterización gay que le dio fama a las ordenes de Almodóvar. Se trata de un representante de la moda de la cocina de autor, que regenta un local en el barrio de Chueca, donde su homosexualidad encaja a la perfección. Atrás ha dejado una vida provinciana como falso heterosexual y padre de familia, pero el pasado volverá a llamar a su puerta a resultas del fallecimiento de su exmujer, circunstancia que le obliga a ocuparse de sus hijos y asumir la aparcada paternidad. Tan inoportuna noticia coincide con un buen momento profesional, pues corren rumores de que a su restaurante le va a ser concedida una estrella Michelín. Por si fuera poco, el panorama sentimental se le complica con la llegada como vecino de un guapo futbolista argentino que le va a traer de cabeza.