Sean Ellis es un cotizado fotógrafo inglés de revistas de moda que también hace publicidad y ha realizado un par de cortos, entre ellos el que ha servido de inspiración para su primer largometraje, repitiendo título. «Cashback» es una plasmación de sus obsesiones, por supuesto relacionadas con la estética visual. Como aspirante a maestro de las instantánea, también en el cine sueña con atrapar la belleza, para lo cual imagina la posibilidad de detener el tiempo.

Esa capacidad se la traslada a su alter ego, que es un joven estudiante de arte que sufre insomnio a raíz de ser abandonado por su chica. Para ocupar las horas de vigilia acepta un trabajo en el turno de noche de un supermercado de barrio, donde desarrolla sus fantasías acerca de congelar las imágenes en movimiento, lo que le permite desnudar a las chicas, una vez inmovilizadas. El resto de sus compañeros utilizan su imaginación para dar con las formas más diversas de pasar el rato, haciendo así más llevadera su intempestiva jornada laboral. Aunque «Cashback» es una comedia inglesa, su contenido resultante bastante globalizador, en cuanto sátira de la moderna sociedad de consumo y los comportamientos nihilistas que fomenta.