Diez millones de nepalíes eligieron ayer la Asamblea Constituyente que deberá suprimir la monarquía y declarar la República y redactar la nueva Constitución, con la esperanza de consolidar la paz firmada hace año y medio entre los partidos en el Gobierno y la guerrilla maoísta.

«El pueblo ha acudido a votar con un entusiasmo abrumador», señaló el portavoz de la Misión de Naciones Unidas en nepal, Kieran Dwer, al cierre de las 10.000 oficinas electorales.

El responsable de la comisión electoral, Bhojraj Pokhrel, señaló que el porcentaje de participación fue de aproximadamente el 60% de los 17,6 millones de electores llamados a las urnas.

Uno de los primeros en acudir a votar, a unos cien kilómetros de Katmandú, fue el líder de la antigua guerrilla maoísta, Prachanda, quien aspira a ser presidente de la República. Aclamado por la multitud, afirmó en declaraciones a France Presse que «los sueños de millares de mártires se han cumplido».

En Patan, cerca de la capital, cientos de nepalíes de todas las edades y condiciones sociales hicieron cola durante horas para votar en las oficinas instaladas entre los magníficos templos medievales budistas e hindúes, considerados patrimonio de la UNESCO.

«Es un día histórico y esperamos la paz», indicó sonriente Prasanna Shrestha, un joven contable. «Estas elecciones van a aportarnos la paz y la democracia. No queremos más monarquía», añadió Julum Lal Chitrakar, de 67 años.

Las elecciones de ayer marcarán el principio del fin de la monarquía, que data de hace 240 años, y cuya crisis se remonta a hace dos años cuando los principales partidos de la oposición tomaron las calles para protestar contra el absolutismo del rey Gyanendra, quien en 2005 se adjudicó el poder total del país y disolvió el Parlamento, y se hicieron con el Gobierno.

Las de ayer fueron las primeras elecciones en nueve años en este país estratégico situados entre India y China y separado de Tíbet por la cadena del Himalaya y el resultado no se conocerá hasta dentro de tres semanas.

Una de las principales dudas es el respaldo que obtendrá el Partido Comunista de Nepal-Maoísta y si aceptará su derrota. Los analistas no esperan que consigan una mayoría, ya que el Partido del Congreso nepalí (centro-derecha) y el UML (centro-izquierda) eran los claros favoritos, pero tampoco que vuelvan a la jungla. Sin embargo, consideran que un mal resultado podría provocar tensiones entre su actual dirección, muy implicada en la vida política, y su segunda fila, más radical.

El International Crisis Group teme «un periodo postelectoral difícil y peligroso», ya que no se espera que ningún partido obtenga la mayoría.

Un muerto

Un militante político murió ayer en enfrentamientos entre el Partido del Congreso nepalí y grupos étnicos del llano meridional del Terai, frontera con India, que reclaman más autonomía política. Además, las autoridades informaron de la detención de quince maoístas que portaban granadas.