J.M.T, un montador de electrificación de 52 años que trabajaba para Instalaciones Inabesa, subcontrata de Adif, falleció a las 03.00 horas de ayer en Basauri, cuando trabajaba en la catenaria de la estación de Renfe. Según el parte avanzado por el instituto de salud laboral Osalan, el trabajador, que se encontraba con su hijo y uno o dos operarios más subido en el castillete o dresina, se desplomó, «al parecer como consecuencia de un infarto». Los servicios médicos intentaron reanimarlo, pero no pudieron evitar el fallecimiento, a eso de las cuatro de la madrugada.

Cinco horas más tarde, se registró otro siniestro con el mismo resultado mortal, también en Bizkaia, en el puerto de Santurtzi a la altura de Zierbena. Hacia las 9.00 horas, un inspector de buques de carga, J.J.P.A., de 45 años, que trabajaba para la empresa Inspectorate Española SA, subcontratada por la Autoridad Portuaria, falleció tras haber inhalado gases tóxicos.

El informe detalla que el acidentado debía inspeccionar las dos bodegas del barco Kyla, de bandera liberiana, que transportaba grano de soja, una de las cuales se encontraba ventilada desde primera hora de la mañana, pero no así la otra, por lo que estiman que pudo confundirlas y fallecer como consecuencia de la falta de oxígeno y por los gases existentes en la bodega, aunque no se descarta que pudiera tratarse de un infarto, a la espera de los resultados que arroje la autopsia.

Ayer se hizo público también el fallecimiento de otro trabajador, en este caso acaecido el pasado 1 de abril, en Lleida. Un profesor de 47 años del colegio La Salle Legazpi, J.M.I.L., falleció en la localidad leridana de Sort, donde acompañaba a un grupo de alumnos de 4º de ESO en un viaje de estudios.

El informe de Osalan refiere que tras finalizar una actividad, el accidentado, que viajaba en el asiento de copiloto del autobús que conducía al grupo desde la población de Trent hasta la de Sort en Lleida sufrió un desvanecimiento. Aunque se le intentó reanimar mientras llegaba la ambulancia, falleció en el lugar. Atribuyen la muerte a un «accidente de trabajo no traumático, de tipo vascular».

«Roban la vida poco a poco»

El sindicato LAB denunció, a través de una nota, que «los accidentes de trabajo no son consecuencia de la mala suerte o de la acción divina, sino de las condiciones de trabajo y de la precariedad», y dejó sentado que «hay trabajos que nos matan de una vez y otros, en cambio, nos roban la vida poco a poco».

La central abertzale incidió en los accidentes no traumáticos, principalmente en los derivados de problemas cardiovasculares, para subrayar que también en esos casos las condiciones laborales, «como precariedad, turni- cidad, falta de control sobre el trabajo, nocturnidad, obligación de seguir trabajando aunque estés enfermo... se traducen en muchas situaciones que no sólo afectan a nuestro trabajo, sino también nuestra vida y a nuestra salud». LAB añadió que hay numerosos estudios científicos que ratifican que determinadas condiciones como el estrés o el ruido «se encuentran estrechamente relacionados con los infartos de miocardio».

Destacó asimismo las cifras que dibujan la «realidad sangrante» de la siniestralidad laboral en Euskal Herria, ya que esta semana se han sumado cinco muertes en el puesto de trabajo a una relación que contabiliza ya 26 trabajadores muertos en 2008.

El sidicato abertzale ha convocado una concentración, hoy a las 19.30 horas, delante de la estación de Renfe de Basauri, al tiempo que espera la convocatoria unitaria de una protesta por parte de los comités de empresa del puerto.

También ELA señaló que la sitación «además de preocupante es inadmisible» y criticó que «no importa ni a la patronal ni a la Administración, porque «anteponen otro tipo de intereses como los económicos y la productividad, a la seguridad y salud laboral». La central, que ha convocado una concentración el próximo lunes en Barakaldo, a las 12.00 horas, insistió en que las institucions «miran hacia otro lado ante los reiterados incumplimientos que hacen las empresas en materia de seguridad y salud».

Batasuna, por su parte, llamó a participar en las protestas contra estas muertes y criticó, asimismo, la actuación de Administración y patronal. «No veremos tras estas dos muertes declaraciones ni actos de condena. Los políticos intentará que estas muertes pasen desapercibidas», señala la formación.

Aralar exigió más inspecciones y medios para cuidar la seguridad de los trabajadores y pidió a los empleados que exijan el cumplimiento de los requisitos de salud laboral.