El coraje y compromiso políticos, clave del éxito del proceso irlandés
Soledad GALIANA |
El décimo aniversario del Acuerdo de Viernes Santo fue conmemorado en Belfast con la celebración de un simposio que examinó el legado del documento y con una conferencia que analizó la aportación del modelo irlandés a la resolución de conflictos en Europa.
El simposio reunió al primer ministro irlandés, Bertie Ahern, y al senador estadounidense George Mitchell, junto a otros de los protagonistas de los dos años de negociaciones que culminaron con la firma del documento en 1998, como Gerry Adams o John Hume. Sin embargo, se notó la ausencia de otros personajes claves en la firma del Acuerdo, tales como el que fuera primer ministro británico Tony Blair o el presidente de EEUU, Bill Clinton. El primer ministro norirlandés y líder unionista Ian Paisley no acudió, ya que se encuentra de visita en Washington como parte de las preparaciones de la conferencia financiera que tendrá lugar en Belfast el próximo mes. Aunque quizás su ausencia no sea tan sorprendente, ya que el DUP no firmó el Acuerdo, se opuso no sólo al documento sino al proceso negociador.
Ahern, que abandonará su cargo el 6 de mayo, declaró que en estos diez años «Belfast se ha transformado en una ciudad vibrante, moderna y pacífica que mira al futuro con confianza», mientras en el Parlamento de Dublin, el que fuera ministro de Asuntos Exteriores durante ese periodo y futuro primer ministro irlandés, Brian Cowen, pedía a los políticos irlan- deses y británicos que continúen implementando el documento.
El senador demócrata Edward Kennedy alabó al pueblo norirlandés y a los líderes políticos irlandeses y británicos «por haber conseguido algo extraordinario y por los difíciles compromisos que han completado para crear un futuro mayor y mejor». Añadió que el éxito del proceso es un ejemplo de lo que «se puede conseguir con coraje y compromiso«.