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Euroliga Nuevo éxito para el Baskonia

Madrid se presenta como la cuadratura del círculo del Tau

El CSKA Moscú, el equipo con más Final Fours, necesitó cuatro para poder ganar

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Jon ORMAZABAL | GASTEIZ

Según la Wikipedia, «se denomina cuadratura del círculo al problema matemático, irresoluble de geometría, consistente en hallar -con sólo regla y compás- un cuadrado que posea un área que sea igual a la de un círculo dado». Traído al universo baloncestístico, ganar la Euroliga era para el Baskonia un reto similar hace no mucho tiempo, aún más cuando la fuga de sus mejores talentos ha ido creciendo año a año. La marcha de un símbolo del crecimiento del club como Luis Scola dejaba al Tau para muchos ante una temporada de transición, pero la obstinación de este club en hacerse con el cetro europeo le ha servido para estar ante otra oportunidad para conseguirlo, a pesar de todos los pesares.

Como a la tercera no fue a la vencida, los más supersticiosos ya están confiando en que el cuatro sea el número mágico que dé a los de Zurbano la combinación ganadora. Motivos no les faltan desde luego a estos aficionados, ya que la de Madrid será la cuarta participación consecutiva en la máxima competición continental, algo que desde que se implantó el formato de final a cuatro en 1988 sólo ha conseguido el CSKA de Moscú, su rival en la semifinal del 2 de mayo. Los rusos poseen el récord en esta faceta con seis presencias seguidas y son un buen ejemplo de que la persistencia suele terminar teniendo premio, ya que fue a la cuarta tentativa, en Praga en 2006, cuando Ettore Messina los guió a su primer entorchado, tras vencer en la final al Maccabi.

Los amantes de las estadística y las casualidades también tienen otro argumento al que agarrarse, ya que el Baskonia ha alcanzado todos los puestos posibles en Final Fours menos uno, el más alto del podio; fue segundo en Moscú 2005, tercero en Praga 2006 y cuarto en Atenas 2007.

Un camino distinto

Quizá por la excesiva facilidad con la que se acostumbra uno a este tipo de logros o por la falta de brillo de los obstáculos que el Baskonia ha encontrado en su camino a Madrid, -este año no ha habido exhibición en el Palaverde como hace tres años o triunfos épicos en Atenas como en los dos últimos- la hazaña de entrar entre los cuatro mejores por cuarta vez no ha sido quizá valorada en su justa medida.

Para muchos, la fuga de Scola suponía una pérdida irremediable en calidad y carácter. De hecho, aún hoy en varios mentideros baloncestísticos se pregun- tan cómo el peor Baskonia en muchos años ha conseguido meterse otra vez entre los mejores. La fortuna en los cruces ha sido el argumento más utilizado, pero si la ha habido ha sido porque el Tau se la ha trabajado, porque no se puede pasar por alto que los tres primeros clasificados, CSKA y Montepaschi, coincidieron en el grupo del Tau en la fase regular.

Sin la contundencia y la fiabilidad de los últimos años en partidos menores, Neven Spahija ha apostado por un método revolucionario en la entidad, apostando por tener diez jugadores absolutamente metidos en dinámica para las citas determinantes y, de momento, parece que los resultados lo avalan.

El Maccabi de Tel Aviv completa el cuarteto

El Maccabi de Tel Aviv se convirtió ayer en el cuarto equipo clasificado para la Final Four tras imponerse por 88-75 al Barcelona en el Nokia Arena. Los catalanes tuvieron un comienzo de partido esperanzador, pero de la mano de Bynum, los israelíes le dieron la vuelta al marcador en el segundo cuarto y, una vez por delante en el marcador, utilizaron todas sus triquiñuelas ante un Barcelona demasiado inconsistente. La presencia amarilla, con su potencial económico, en Madrid no es una buena noticia para los aficionados gasteiztarras con ganas de hacerse con un abono para la cita madrileña. Jon ORMAZABAL

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