Iruñerriko Gazte Asanbladak es una asamblea que dinamiza y coordina las 14 asambleas que trabajan en barrios de Iruñea y en localidades de Iruñerria. En cada una de las asambleas participan entre 10 y 30 jóvenes, y una vez por semana se reúne un representante de ellas para participar en la asamblea de IGA. Ellos explican que «cada una de ellas trabaja intentando mejorar sus respectivas realidades, pero dejando de lado las diferencias, hay algo que nos une a todas nosotras: Queremos un modelo de vida desde la autogestión y una realidad alternativa a la impuesta».

¿Cuáles son las grandes líneas de la labor de la IGA?

IGA tiene la misma filosofía que las gazte asanbladak. En sí no se toman grandes decisiones, sino que se derivan a cada asamblea. Pretende reforzarlas e intentar ayudarlas. Si se ve necesidad de organizar o reivindicar algo a nivel de Iruñerria, se organiza en IGA: Campañas contra la represión, temas locales reivindicados en manifestaciones y acciones, como en la represión contra los gaztetxes... Se organizan «txirrindula martxa» y almuerzos, y así conocemos a gente de Iruñerria; facilita el contacto entre todos los barrios.

La actuación de las gazte asanbladak se basa en el asamblearismo y la autogestión. ¿En qué consta su importancia?

La autogestión se basa en nuestra capacidad de encontrar recursos para llevar adelante nuestro trabajo y alternativas, y en caso de no encontrarlos, crear nuestros propios recursos. Ahí están las `jaialdis' que sirven para seguir adelante. En las asambleas, no se busca un acuerdo mayoritario, sino consensuar entre todos. Además, no hay jerarquía, la voz de todo el mundo vale igual; no hay ni jefe, ni responsables.

Las instituciones sólo ofertan actividades de ocio a la juventud y, además, no les ceden su gestión. ¿A qué tienen miedo?

Creamos una alternativa de ocio, y tienen miedo a la alternativa, contraria a la filosofía y a la política que lleva a cabo el Ayuntamiento. Ellos ofrecen espacios como los Civivox. Nosotros no estamos en contra, ya que no llegamos a lo que ofrecen debido a su capacidad económica. Pero utilizan el argumento de que «ya hay espacios para jóvenes» para decir que no es necesario un gaztetxe. Creemos que la autogestión te da oportunidad de aprender, de crecer como persona; en el Civivox te lo dan todo hecho.

Se habla de una juventud acomodada frente a una juventud crítica y organizada.

Debido a la actual situación económica, estamos acostumbrados a la comodidad; a estar en casa, a obtener dinero de los padres... tiramos a lo más fácil. Por nuestra situación cómoda no somos capaces de ver ciertos problemas. Ahí está el fenómeno de las bajeras: Pagas el alquiler y no tienes ningún tipo de problema. Es un círculo cerrado, y deriva en que las relaciones se estrechan. En cambio, un gaztetxe es un espacio abierto, y en consecuencia, las relaciones son abiertas.

Parece difícil entender la pasividad ante la precaria situación de los jóvenes que se describe.

Está asumido el modelo de sociedad; la juventud no ve la manera de cambiarlo. Hoy no vemos la fuerza que podríamos tener la juventud. Es difícil difundir la alternativa por la situación de comodidad de la juventud. Al involucrarse, se dan cuenta de que hay posibilidad, que se puede hacer. La gazte asanblada es una herramienta para cambiar lo que no nos gusta. Luchar, trabajar, cambiar, crear una alternativa distinta a lo impuesto. Desde la IGA animamos a que se organicen, que intenten luchar. Si se quiere, se puede. Se crea un espacio donde juegas, conoces a gente, es un punto de unión. Además, está involucrado en el barrio, se participa en el movimiento popular, es pieza fundamental en él.

Respecto a la situación en Iruñerria, hablaís de dictadura.

Es una de las zonas donde más se reprime a la juventud. Existe una fuerte presencia policial: antes se podían pegar carteles, ahora hay cada vez más Policía Municipal, y no están atentos a los delitos, sino a nosotros. Con Simón Santamaría de jefe, tenemos a un ejército contra la juventud. Desde UPN van a por nosotros. Con la Ordenanza por el Civismo, quieren hacernos daño en el bolsillo, impone multas desorbitadas y castiga mucho la libertad de expresión. Hace ocho años teníamos 7-8 gaztetxes; hoy en día sólo 2. El hecho de que el Ayuntamiento esté tan pendiente quiere decir que les hacemos daño. Aunque impida conseguir locales, nunca conseguirá parar nuestra lucha. Seguimos adelante, siendo referentes para la juventud de Iruñerria y teniendo fuerza. En momentos puntuales sacamos lo que nadie; Iruñea cuando se organiza...

Celebrar los 15 años conlleva dar a conocer su historia...

Con los comienzos del gaztetxe Euskal Jai, se formó una sola asamblea para toda Iruñerria. Con el tiempo, esa primera asamblea se «disolvió» en asanbladas de barrios y pueblos, y entonces pasó a ser lo que es hoy: La coordinadora y dinamizadora de todas las gazte asanbladak de Iruñerria. Aunque ha tenido momentos más `flojos', en 1998, cuando sucedieron los ataques fascistas contra el gaztetxe de Barañain, tuvo un importante fortalecimiento. En ese momento se vio la necesidad de configurar un movimiento conjunto, para que ataques de este tipo no quedaran sin respuesta.