Encienden la mecha de una bomba de relojería lingüística en Bélgica
GARA | BRUSELAS
Los partidos valones encendieron ayer la mecha de una bomba de relojería lingüística potencialmente fatal para el Gobierno de Yves Leterme al exigir el nombramiento de tres alcaldes francófonos elegidos en la periferia flamenca de Bruselas.
El affaire de los tres alcaldables de Linkebeek, Crainhem y Wezembeek-Oppem emponzoña las relaciones entre flamencos y valones desde hace año y medio.
Englobados en la lista «Unión de Francófonos», vencieron con entre el 60 y 70% de los votos en las municipales de 2006. El ministro flamenco del Interior, Marino Keulen, se negó a validar su nominación al acusarles de haber enviado a los hogares la propaganda electoral en francés y no en flamenco, como exige la ley.
Los tres alcaldables volvieron a realizar su solicitud al ministro ayer y recibieron el apoyo de todas las formaciones valonas.