IBILIZ IBILI | JUAN MARI FELIÚ
La sierra de Illon del Alto de Las Coronas a Biotzari-Biguezal
Situada en paralelo más al norte de la imponente sierra de Leire, la de Illon constituye una barrera igualmente interesante cuyas cúspides principales son las de Borreguil, Illon y San Quirico, destino habitual de los calendarios montañeros. Sin embargo, la travesía de la sierra de Illon no se contempla, quizás por desconocimiento de la existencia de un camino que la atraviesa, éste que proponemos. Como en casos anteriores, se deberá dejar un vehículo en el punto de llegada.
El itinerario arranca en el alto del Puerto de Las Coronas, en una pista situada junto el aparcamiento, por donde discurre la emblemática Cañada Real de los Roncaleses (960 m). Sin dejar la loma divisoria de los ríos Ezka y Saraitzu, el recorrido se convierte en un paseo entre pinares silvestre y prados hasta alcanzar -después de pasar un portillo- los rasos de Melluga y Claveritos, un altiplano situado en la vertiente norteña de Borreguil (1420 m), cumbre señera de la sierra de Illon.
Aquí, los viejos mugarris nos llevarán por terreno suave y herboso, cercanos a la borda de Berta, en el linde del hayedo que cubre la cima de Borreguil hasta introducirnos de nuevo en el pinar. Una vez dejado a la izquierda el desvío del sendero que gana esta cumbre saldremos a los rasos de Ollate, arrumbados sobre el amplio collado que da paso a la vertiente meridional de la sierra. Sin alcanzar el portillo metálico que da paso por la cañada a las tierras de Gazteluberri, seguir por el centro de la llanada salpicada de pinos para pasar junto a un abrevadero y balsa artificial para el ganado. Poco después, podremos ver el dolmen de Ollate, escondido entre un bojedal.
El camino gana algo de altura para internarse en el hayedo de la ladera norteña de la sierra de Illon hasta encontrar el desvío situado a la izquierda -indicado por una señal de color naranja-. Seguiremos por este desvío hasta alcanzar una alambrada y, tras superarla sin paso, se entra en un lugar donde hay que prestar atención dado que la senda serpentea entre bojes. Orientados por algunos plásticos, la senda retomará la amplitud anterior, donde daremos con un camino que nos llevará más arriba, a una alambrada con paso. Sin pasar al otro lado, con subir junto a esta alambrada estaremos en tres minutos en la cumbre del Puntal de Leciñena (1.224 m). Vista reducida a las sierras del entorno desde su pequeño balcón rocoso.
De regreso al portillo, el itinerario sigue por el camino, en flanqueo constante por el interior de la penumbra de un bosque denso con predominio del hayedo. Hay que ignorar algún desvío y señales instaladas por los cazadores, muy cercanos al perfil de la sierra, impracticables por el roquedo y el cerrado matorral existente. Unos mojones de piedras y plásticos nos indicarán la subida a la cumbre de Illon (1.283 m) tras una corta aunque fuerte pendiente. Rocosa y pequeña, está coronada por un buzón que representa un txistu y su correspondiente tamboril. Bonita vista sobre el altiplano de Gazteluberri-Biguezal y la sierra de Leire.
De regreso al camino, el siguiente tramo nos llevará del hayedo al pinar, a una zona más abierta para, finalmente, desembocar en un raso donde daremos con el amplio camino de Biguezal, que gana la visible cumbre de San Quirico (1.172 m), donde se asienta la ermita del mismo nombre. Para alcanzar el destino de esta travesía tan sólo tendremos que seguir bajando por el camino de Biotzari-Biguezal. Poco antes de salir a la cara meridional de esta montaña, en un recodo del camino, pasaremos junto al espectacular dolmen de Faulo.
Tan sólo nos quedará seguir perdiendo altura por la agreste solana de la montaña, con la vista puesta en la alargada sierra de Leire hasta alcanzar el visible pueblo objetivo de esta etapa. A la entrada pasaremos junto a la sobria ermita de Santa Quiteria, donde iniciaremos la siguiente etapa, que nos llevará a Irunberri.