Fiestas, resacas y sustos
Imanol AMIANO
Carmelo Anthony conducía su Mercedes color plata, a eso de las cuatro de la mañana, cuando la Policía, que en Denver tampoco es tonta, se dio cuenta de que zigzagueaba. «Deténgase a su derecha...» y detenido quedó el alero de los Nuggets, escoltado a la comisaría hasta que pagó la fianza. Por plata va a ser, mersedez. Melo quizá celebraba la victoria que les valía el pase a los play-offs. O quizá, Melo, único gallo en el corral de Denver hasta que llegara Iverson, bebió para olvidar una semana para olvidar, con Allen jugador de la semana. Pero, basta ya de trabalenguas -bastante tenía Melo con que se le lenguara la traba-, que aquí también hubo celebraciones. Y resacas. Y sustos.
Teletovic se casó con su novia Maja -no dudo que lo sea, pero se llama así- y lo celebró con doce triples ante el Barça. Lástima que sólo metiera tres. A Sánchez, que se llama Juan pero le llaman Pepe, le bastó uno de esos que, entre asistencia y asistencia -por cierto, ninguna ante el Tau-, mete de cuándo en cuándo para cortar de raíz la reacción baskonista tras la monumental caraja intermedia. Y eso que el Barça llegó el sábado directo a Gasteiz tras perder el jueves el billete a Madrid en Tel-Aviv. Y eso que el primer cuarto baskonista parecía sentenciar a un matrecho Barça que, para colmo, tiene a Kasun con problemas de corazón -no por Mary (que no Mariah) Carey, una maja que conoció en las mágicas noches de Orlando. Pero ése es otro tema-.
Pues eso, el Barça, tercero, evitando por el momento un derbi vasco en cuartos. Por cierto, que no estará Rancik, licenciado tras su particular proceso de Bolonia, también por una arritmia. No apto para cardíacos, se suele decir, así, sin pensar.
P.D.: Me acabo de enterar de la rajada de McDonald. Me ha dejado KO. ¡Traed un desfibrilador!