Will McDonald cuestiona públicamente a Neven Spahija
Jon ORMAZABAL | GASTEIZ
A dos semanas de la Final Four de Madrid, las aguas bajan revueltas en el vestuario baskonista. Si primero fue Pete Mickeal el que achacó la derrota ante el Barcelona a Neven Spahija, negando que el motivo de perder el partido fuera la «falta de mentalización» que denunció el técnico, ayer Will McDonald fue dos pasos más allá al llegar a declarar ante los micros que el preparador croata «no da el nivel» para dirigir al equipo azulgrana.
Lejos del calentón del momento con el que se puede justificar las declaraciones de Mickeal, Will McDonald hizo estas acusaciones tras tener su tiempo para meditar y en un tono bastante sereno.
Tras quejarse de que «aquí juega quien él quiere, porque es el que elige», McDonald precisó que, en su opinión, debe ser el propio técnico «quien asuma esas decisiones», en relación a los pocos minutos que tuvo en la segunda mitad ante el equipo catalán.
También manifestó que está viviendo «una situación muy difícil», aunque, por contra, reconoció que está «muy a gusto» en el club gasteiztarra y precisó que se lleva «muy bien» con todos sus compañeros de equipo.
«El entrenador, creo que no está a la misma altura, para mí; ahora sólo tengo que trabajar lo mejor que pueda hasta el final de esta temporada», remarcó Will McDonald.
Habrá que ver cuál es la decisión que toma sobre un acto tan inusual en la entidad Josean Kerejeta, que ya ha multado a estos dos jugadores en la presente campaña, ya que fueron dos de los protagonistas del accidente automovilístico de Bilbo. No sería de extrañar que la pareja de estadounidenses tuviera que volver a pasar por caja.
Por mucho que los egos de los jugadores puedan haberse visto afectados por no tener el protagonismo en la cancha que ellos creen merecer, sorprende sobremanera que haya sido Will McDonald el más contundente en sus declaraciones, cuando el club y el propio Spahija han salido en su defensa tanto en el lío de su matrimonio de conveniencia y en el accidente de Miraflores. Además, para mejorar su rendimiento, el croata lo pone de titular cada partido pese a que su rendimiento no es bueno, cuando lo habitual en el club con Betts, Drobnjak o Peker era, castigarlos sin jugar.