NaBai mantendrá los pactos municipales con el PSN pese a su decisión en Barañain
Pese a la decisión del PSN de avalar junto a UPN la moción de censura contra el alcalde de Barañain, Floren Luqui, Nafarroa Bai anunció ayer que respetará los acuerdos firmados con Carlos Chivite el pasado junio.
Asier VELEZ DE MENDIZBAL |
Después de que la Ejecutiva del PSN diera el visto bueno el sábado a la moción de censura para desbancar a Floren Luqui (NaBai) de la alcaldía de Barañain y colocar en ella a José Antonio Mendive (UPN), los portavoces de Nafarroa Bai comparecieron ayer ante los medios de comunicación para anunciar que la coalición cumplirá el resto de los acuerdos consensuados con PSN e IUN en junio pasado para darse apoyo mutuo en los municipios en los que las tres formaciones obtuvieran mayoría.
«Queremos dejar claro que la actitud fraudulenta del PSN sobre los pactos firmados en junio con NaBai e IU no va a encontrar una postura de incumplimiento por nuestra parte en aquellos municipios donde también se hizo extensible el pacto», explicó el presidente de EA en Nafarroa y parlamentario de NaBai, Maiorga Ramírez, ante una sala abarrotada de periodistas.
A pesar de este nuevo giro a la derecha del PSN, que rompe de facto el pacto suscrito en su día por el fallecido Carlos Chivite, Ramírez insistió en que «nosotros, en un ejercicio de honestidad política y de compromiso con el cambio y la pluralidad, vamos a respetar los acuerdos que firmamos con la ciudadanía a fin de hacer frente a ese gobierno sectario que se ha echado en brazos del PSN». Una colaboración que, a su juicio, «no hace sino blindar las situaciones de poder tradicionales en esta comunidad desde que UPN entró en el Gobierno».
«¿Quién dirige el barco?»
Tanto la moción de censura de Barañain como la confirmación del pacto de legislatura entre UPN y PSN -con la firma del lunes- se han producido días después de que José Luis Rodríguez Zapatero afirmara en el debate de investidura del Congreso que su partido y el de Miguel Sanz «no somos socios». Preguntada por ello, la diputada Uxue Barkos se limitó a decir que «si la actuación del PSN es contraria a las actuaciones de su secretario general, es algo que deberán resolver entre ellos».
La diputada parece advertir diferentes posiciones dentro del PSOE, pese a que en el debate del Congreso Zapatero no tuvo reparos en asumir la responsabilidad directa de decisiones como la de dar el Gobierno navarro a UPN en el pasado mes de agosto. Ante la pregunta de ayer, Barkos abogó por «saber quién dirige el barco» dentro del PSOE, pero en todo caso aseguró que la coalición «planteará estas cuestiones en los foros donde sea de recibo».
Defensa de Luqui
Junto a ello, el discurso de los portavoces de la coalición se centró especialmente en resaltar la labor realizada a lo largo de estos diez meses por el Consistorio gobernado por Luqui, así como para denunciar «las falsedades» lanzadas desde UPN y PSN acerca de la labor política del primer edil.
Así, el todavía alcalde del tercer municipio con mayor población de Nafarroa quiso resaltar el trabajo, las iniciativas y las propuestas que su equipo de gobierno ha llevado a cabo en esta legislatura. Un trabajo que, según denunció, en todo momento ha sido torpedeado por la «oposición destructiva» que han planteado UPN y PSN, grupo éste que desde el primer momento vio con malos ojos el acuerdo tripartito. Frente a ello, Luqui destacó que a lo largo de su mandato en ningún medio de comunicación se ha publicado «ni una sola carta de crítica por la gestión municipal y en cambio sí algunas de apoyo», lo que en su opinión da fe «de la buena gestión» que ha realizado al frente del Ayuntamiento barañaindarra.
Dividió la labor llevada a cabo en el municipio en tres niveles: «Una gestión de mantenimiento, otra a nivel de mejoras de esas cuestiones diarias y, por último, las nuevas iniciativas». Resaltó los nuevos proyectos que NaBai ha puesto en marcha desde que ostenta la Alcaldía. «Me gustaría saber cuántos ayuntamientos han impulsado tantos proyectos y de esta envergadura a pesar de todas las trabas e impedimentos que venimos padeciendo», subrayó frente a las críticas de UPN y PSN, que inten- tan personalizar su iniciativa en la figura del alcalde.
De cara al futuro que se presenta en el Consistorio, Luqui quiso dejar claro que una vez consumado el cambio de gobierno «no vamos a llevar a cabo la oposición destructiva que ha hecho el PSN». «A nosotros única y exclusivamente nos preocupa Barañain, y tenemos muchas ideas y proyectos que vamos a seguir poniendo sobre la mesa, que seguiremos luchando para que finalmente puedan salir adelante», matizó el todavía alcalde, que en la pasada legislatura fue concejal de Aralar.
Uxue barkos también salió en defensa de la gestión de Luqui. Desveló que PSN y UPN no han permitido liberar a ningún concejal de NaBai e incluso «una y otra vez han vetado la contratación de Luqui como corresponde a la tercera ciudad de Navarra, de tal manera que el alcalde ha estado nueve meses sin poder cobrar la Seguridad Social». En este contexto, alabó que Luqui «ha sacrificado algo que en nuestra sociedad es sagrado».
«UPN y PSN han incurrido claramente en un caso de obstaculización y abuso de autoridad, y ahora nos queda saber cuál será el contrato del próximo alcalde de Barañain», denunció Barkos.
Patxi Zabaleta, por su parte, criticó que UPN y PSN no han presentado argumentos sólidos contra Luqui: «Han dicho que es personalista y asambleario, y eso es imposible, será una cosa o la otra, pero no las dos».
El pacto firmado el pasado mes de junio entre PSN, NaBai e IUN consensuó que las tres formaciones se darían apoyo mutuo para gobernar en Barañain, Burlata, Zizur Nagusia, Atarrabia, Altsasu y Erri Berri.
Desde el primer momento el grupo municipal del PSN en Barañain mostró su desacuerdo con la decisión de la Ejecutiva Regional, y ahora la dirección del PSN ha decidido darle vía libre para cambiar de alcalde.
El grupo de IUN en Barañain, que cuenta con un edil, también criticó al PSN, al que acusa de «haber quemado el Ayuntamiento durante meses y presentarse ahora como el salvador».
La izquierda abertzale considera que en Nafarroa se está cumpliendo «lo que venimos anunciado a bombo y platillo desde que el 27 de mayo de 2007 se fraguara un nuevo engaño a la ciudadanía de Navarra». Se hace eco tanto del pacto de legislatura entre UPN y PSN como de los mensajes cruzados en el Congreso por José Luis Rodríguez Zapatero y Uxue Barkos para concluir que en Nafarroa sigue habiendo un «pacto de Estado» entre PSOE y UPN-PP en el que se otorga a Nafarroa Bai el papel de «contener el cambio real».
Los independentistas insisten en que «en Euskal Herria se está consumando un nuevo fraude estatutario» con dos componentes: «Mientras en la CAV son el PNV y el PSOE los que pretenden llegar a acuerdos, en Navarra la cocción se da de manera diferente: PSOE y PP apuntalan un acuerdo de Estado mediante el que blindar la anexión de Navarra a España y negar el derecho de su ciudadanía a decidir, y el papel que adquiere NaBai es el de intentar aglutinar a los sectores descontentos y maquillar en forma de cambios superficiales las demandas populares, sin riesgo alguno para el sistema establecido».
Como exponente del primer aspecto citan el pacto continuado entre PSOE y PP, con ejemplos recientes como el acuerdo de inversiones hasta 2011 firmado el lunes por Miguel Sanz y Elena Torres o la petición de Sanz al PP para que se abstuviera en la investidura de Zapatero. Sobre el llamado Plan Navarra 2012, la izquierda abertzale subraya que «va más allá de hacer frente común a la crisis económica. Pretende apuntalar una estrategia común de mejora del Amejoramiento del Fuero, para que el marco siga siendo un muro infranqueable para la consolidación de un escenario democrático y un chollo para la derecha y los poderes económicos».
En relación a NaBai, la nota recuerda el «cruce de halagos» entre Zapatero y Barkos, y, parafraseando al líder español, expone que la coalición «es un `proyecto imprescindible' para que las gentes inconformistas y favorables a un cambio en Navarra y Euskal Herria tengan una visión reformista, conformista y distorsionadora del cambio real».
En esta tesitura, la izquierda abertzale fija su posición. Expone que apostará, como prioridad, por desalojar a la derecha de sus cuotas de poder, pero siempre para impulsar un cambio con tres premisas: «La consolidación de un marco democrático en que todas las ideas y proyectos se puedan defender en igualdad de condiciones», la «consolidación del derecho a decidir» y «el impulso a dinámicas que hagan del cambio una realidad». En paralelo, afirma que «vamos a ser inflexibles en la denuncia constante de la operación política que pretenden. Toda reforma que no asuma la creación de un escenario democrático y el derecho a decidir de la ciudadanía no sería sino un nuevo fraude».
